La favorita

La reina Anne es quien reina. Pero lady Sarah es la que realmente gobierna. Hasta que llega Abigail compitiendo por ser la favorita.

Sinceramente creo que Yorgos Lanthimos podría llegar a ser un gran director. Tiene una gran personalidad visual, sabe lo que quiere, elabora cada plano… Pero como te digo esto te digo lo contrario: es un pesado. Un plasta inaguantable.

La cámara está situada, casi siempre, a la altura de la cadera. Como si el espectador fuese un sirviente que friega, alguien que mira desde abajo, como debe de ser ante la realeza. Eso le sirve para construir una corte decadente, amoral, sucia, ruin. Como si la única ocupación fuese la vejación de los demás.

Una cosa es mostrar la rivalidad de esas tres mujeres hasta extremos denigrantes y, otra cosa, es utilizar el material para exponer la mente retorcida del director. Porque ese es el problema de Lanthimos: no deja fluir la narración, la evolución de los personajes. Todo está constreñido por sus personales obsesiones, sus manías y complejos. La fotografía me parece espantosa.

A la larga, lo que podría ser una interesante historia de rivalidad y venganzas, se transforma en una perturbación enfermiza decididamente desagradable en muchos momentos. Me ha dado un poco de pena ver a Olivia Colman, Rachel Weisz y Emma Stone en este producto.

Es lo mejor que ha hecho Lanthimos hasta el presente pero ya me cansé. Ya conozco sus problemas mentales y no tengo por qué ser su psiquiatra. Salvo que me pague, claro. Sólo así volveré a ver una peli suya.