Una
forma de recibir el año por todo lo bajo es pillar una gripe (el 28 de
diciembre, en concreto, a modo de inocentada). Seguro que te has planteado
alguna vez que, cuando te pongas enfermo, vas a ver esta o aquella serie. Pues
ya te digo yo que no funciona. Aun así he decidido recuperar cosas pendientes
del 2018. Este será el plan para los próximos días:
Tres
series, Juliet, desnuda (único
estreno que me interesa del viernes con dudas sobre la versión recortada de Sivio (y los otros)) y tres pelis pendientes
que quería recuperar: Cold War,
Malos tiempos en El Royale y Tully.
Empezamos
con Nightflyers.
Aquí
está otra serie en la línea de Origin:
tripulantes de una nave espacial que van a tener problemas.
No
sé por qué la gente se altera tanto con los spoiler.
¿Eres de los que se preocupa por que te cuentan el final o algo importante?
Pues no veas esta serie porque el editor decidió contarte el final en la
primera secuencia de la película. Luego vuelve atrás y todo va en orden
cronológico. Y puedes confirmar que sí, que te contaron el final nada más
empezar.
Por
otra parte, claro, está basada en una novela de George R.R. Martin, así
que ya sabes que allí muere hasta el del catering.
Sólo
me interesaron esos diferentes niveles de inteligencia: la conciencia de una
mujer transferida a la nave, la mujer con implante neural que se conecta a la
nave y el telépata. Me gustó, tan sólo, el momento en que el telépata y la
modificada neuralmente se alían contra la conciencia de la nave. Y a mí se me
ocurren como ciento catorce ideas para mejorar ese momento.
Como
sea, segunda serie de naves espaciales, segunda decepción. Y, de verdad, no le
busques sentido al final porque lo que ves es lo que hay. Nada más.
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