8/4/24

Ripley. Temporada 1

-Un frigorífico no da libertad.
Las cosas iban por el buen camino con la policía deteniendo a los malos hasta que llegó Patricia Highsmith y creó a Tom Ripley: sinvergüenza, ladrón, estafador, asesino… Tom Ripley, siempre a punto de ser atrapado y siempre evadiéndose en último instante. Highsmith cambió nuestro punto focal y nos hizo ponernos en la piel de la persona más amoral.
Cuando comenté Las dos caras de enero dije que Highsmith me parecía inadaptable. Pues bien: Steven Zaillian la ha adaptado. Ripley me parece una serie buenísima, empezando por esa alucinante fotografía de Italia en blanco y negro que convierte cada plano en algo digno de admirar. Maravillosa. Y por eso no importa la calma del ritmo, porque te quedas mirando cada encuadre de duro contraste, porque la minuciosidad de los hechos posteriores a los asesinatos de los capítulos 3 y 5 (planificar, borrar huellas, hacer frente a los imprevistos) recuerdan a Rififi.
Por eso y, claro, porque el guion está muy medido. Todas esas conversaciones ociosas son ocasión de “entrenamiento” para la farsa posterior de Ripley. No sobran los paseos, las visitas a correos, a ver arte italiano, ese amigo ocasional que aparece… Está muy bien hilado. Esa vida hedonista que viven los protagonistas, la contempla el espectador en una creciente tensión. Aquí la acción no son tiros ni movimiento agitado. Aquí la acción significa calma tensa, peligro latente. Un hombre jugando a ser unas veces Tom Ripley y otras Richard Greenleaf.
Andrew Scott hace una interpretación magnífica. Me encanta también toda su simbología: iconografía religiosa, Caravaggio, escaleras (ascenso y descenso social, situación laberíntica)… Y tantísimos detalles. Qué gracia lo de las llaves del Fiat. O esa sangre en la bañera. O la ceniza en el arma homicida.
¡Y qué pasada de fotografía! ¿Lo dije ya? De verdad. Me parece increíble el esfuerzo que se ha puesto para que cada plano sea bonito. Hacía mucho que no veía una serie con tal nivel de adicción.
-La luz. Siempre es la luz.

No hay comentarios: