Es
evidente la influencia, la inspiración, el estilo de los Coen.
Y aunque no logre el nivel de las mejores obras de los hermanos,
sigue siendo bastante buena.
No
conviene explicar mucho de la trama porque se va ramificando con
historias y personajes. Un asesino a sueldo, un detective, un tipo
ingenuo (el protagonista), la esposa, el hermano, el que contrata, un
abogado, polis palurdos… Un asesinato, un robo, un chantaje…
Digamos que Ray descubre que su esposa le engaña. Y cuando va a
suicidarse pasa algo. A partir de ahí todo se desmadra por cauces
imprevisibles.
La
secuencia de arranque es muy buena. De apariencia muy simple pero
bien escrita de modo que ya te atrapa.
Asistimos
a la historia de un hombre que es el hazmerreír de todo el mundo.
Empujado por las circunstancias, hará cosas inesperadas. Es el
hombre ingenuo al que se le presenta la tentación, la solución
aparente a todos sus males. Y decide ir por el camino rápido.
Tiene
su fondo. Cuando la gente deja de creer en los cuentos de hadas busca
una pizca de felicidad. Cada uno se apega a algo (una corona, una
barca, un estilo de vestir). Steve
Zahn
interpreta al detective Skip. Me parece un gran personaje. No es
estúpido pero es atolondrado. Consigue tantas cosas como
desaprovecha otras. Tal vez se sobrevalora pero tal vez los demás le
minusvaloran.
Aunque
sí tiene ese humor procedente del absurdo, Shane
Atkinson,
a diferencia de los Coen,
es un poquito más amargo y supongo que eso le dificultará hacer
amigos. El tramo final es duro.
Otra
película acerca de un pueblo perdido en medio de la nada cuyos
habitantes, sin esperanza, pueden hacer cualquier locura.
No
hay grandes alardes de planificación ni montaje pero el guion es
bueno.
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