25/4/24

Vampira humanista busca suicida

Sasha es vampira, adolescente de 68 años y no le salen los colmillos porque no es muy de matar. Se alimenta de bolsas de sangre, de lo que cazan sus padres. Pero se hace mayor y le van a cortar el grifo. Sasha se muda con su prima Denise, a ver si aprende de ella. Y en esas anda cuando conoce a un chico con tendencias suicidas.
Interesante. No es la primera vez que se usa el vampirismo como metáfora para la adolescencia (Buffy cazavampiros explotó el tema desde todos los ángulos) pero esta película lo plantea bastante bien. Adolescente, descubrirse a uno mismo, presiones externas, magnificar cualquier suceso, sentirse obligado a hacer cosas que no se quieren hacer, dejar de hacer otras que queremos…
Hay una secuencia extraordinaria donde ambos actores logran un momento mágico: escuchan la canción Emotions de Brenda Lee, y el modo en que se mueven, se miran, apartan la vista, cambian de opinión, se sienten felices, tristes, sin coincidir en el momento, pero a veces sí… Una escena extraordinaria. Sólo por esos minutos merece la pena ver la película.
Rodada en el Canadá francófono tiene un aire muy peculiar, es una mezcla de drama sugerido, equívocos diversos por la metáfora utilizada y comedia extraña. Funciona muy bien ese casi drama y esa casi comedia. Hay un poquito de dolor permanente recorriendo cada fotograma y otro poco de humor sutil e irónico acompañando lo anterior.
Bastante satisfactoria. No me ha gustado su fotografía. Se entiende que tiene que ser oscura pero me da a mí que no siempre la han iluminado como querían.
¡Y termina con la canción Drácula Ye-Ye de Andrés Pajares!
Buena.

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