16/4/24

La paradoja de Antares

Alexandra trabaja en el SETI (búsqueda de inteligencia extraterrestre) y recibe una señal de Antares en el peor momento posible: su padre se está muriendo, hay una tormenta, nadie hace caso al teléfono…
La película es, básicamente, una sala y una chica que habla por teléfono o videoconferencia. Y va a tener más problemas que Bruce Willis en La jungla de cristal. Todo esto me parece excesivamente inverosímil. Aunque sea el observatorio “más cutre y hecho mierda de toda Europa” no me creo que no tengan un sistema eléctrico de respaldo; no puede ser que la preocupación sea que caiga un rayo. Entiendo que hay que hacer todo por el espectáculo e inventas lo que sea para mantener la tensión pero van un poco lejos. Tampoco entiendo que todos los científicos con los que habla sean idiotas, que nadie entienda lo que hay en juego.
Así que todo el tema científico, el primer contacto con extraterrestres de Antares, me parece artificioso. Y puedo comprenderlo porque es el truco para hablar del tema importante: tu padre se está muriendo en el hospital.
Ahí me convence un poco más. Hay un dilema en Alexandra y no seré yo quien juzgue. Tampoco lo hace la película y me parece bien. El problema es que no acaban de encajarme bien las dos líneas argumentales de la película. No están bien entrelazadas. O van completamente por separado o de repente se ponen muy insistentes en encajarlas forzadamente.
Pese a las pegas que he puesto me gustó la interpretación de Andrea Trepat, sorprende que se sostenga esa historia en un espacio mínimo y admito que la tensión que se genera te mantiene atento (incluso cuando es inverosímil).
Un poquito sentimental al final pero un ejercicio de estilo bastante apañado.

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