Comedida
romántica de acción. Es fácil de decir. Pero combinar esos tres
géneros es complicadísimo. Lograr el equilibrio que logran en El
especialista
es muy sorprendente. En el fondo es algo tan clásico como una
screwball
comedy de
toda la vida: una pareja envuelta en situaciones rocambolescas, cada
vez más locas, derivando hacia lo que sólo puede terminar en un
final feliz.
Tom
Ryder (je) es el más grande héroe de acción. El doble de riesgo es
Colt. Y cuando Tom desaparece, la productora pide a Colt que lo
busque discretamente.
Sinceramente
creo que a la película le sobran cosas. Pero mejor que sobre que no
que falte. No me voy a quejar porque la película tiene más
sorpresas dentro: también es cine dentro del cine.
Y
aunque ya se hayan hecho muchas historias en las que el cine es el
protagonista, raras veces vemos el rodaje del rodaje de las escenas
de acción. Esa secuencia en que le queman una y otra vez porque,
supuestamente, no queda bien, está muy lograda por todo lo que
ocurre como texto y subtexto. Otra gran escena es la idea de dividir
la pantalla y explicar al mismo tiempo la simbología que conlleva.
Por
otra parte toca temas, de modo humorístico pero con su fondo detrás,
como el escaneo de los actores, quiénes se llevan la fama, lo que
cobran, la ausencia de un Oscar para los dobles de riesgo… Porque
la película es también un homenaje a los especialistas y a otras
profesiones como los entrenadores de animales.
Hay
muchísimas referencias verbales y visuales a otras películas.
Y
unos cuantos unicornios.
Me
encantó la productora hablando de la masculinidad tóxica, mientras
busca la sororidad. Vaya andanada al feminismo cerril.
En
fin. La química entre Ryan
Gosling
y Emily
Blunt.
Qué bien se lanzan pullas mientras se tiran los tejos. Todo a la
vez.
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