Rosebud no explicaba al Ciudadano.
Sigue siendo solamente un Individuo.
Eso es lo bueno: es inagotable.
Como ocurre con todo el buen cine.
Como ocurre con la vida.
Crítica y opinión de cine y series.
-Kong
no se arrodilla. De
verdad que no sé qué le encuentra la gente a este tipo de cine. No pensaba
verla. Me dijeron que estaba muy bien y, en fin, por eso de apoyar a los cines
le di una oportunidad. Pero no me dice nada. Soy incapaz de emocionarme con dos
monstruos que se pelean. No me interesa el porqué se pelean ni cómo ni quién
gane. Paso. Buenos
efectos especiales. Espectacular en varios momentos. Muy ruidosa y destructiva.
Sólo disfrute, durante un tiempo, en la parte Viaje al centro de la Tierra. A
mí el duelo que me interesó fue el de esas dos chicas que no se encuentran ni tienen diálogo entre ellas. Millie
Bobby Brown y la niña nueva, la sordomuda Kaylee Hottle. Fíjate cómo
divagué que me dio por pensar en Eva
al desnudo y la actriz trepa. Pensaba que, en cuanto te despistas,
siempre hay una niña más pequeña que viene a robarte el pastel. Bien es cierto
que la trama de Millie es prescindible. Podría no haber existido. Y a la
niña sordomuda le dan más peso. Cómo será la peli que los guionistas no sabían
qué hacer con Millie. Pues
eso. Que me fui por otros derroteros porque la historia en sí me interesaba
entre poco y nada. Pero si es lo tuyo supongo que está bien. También tienes una
parte de robots gigantes para los amantes de los mechas, cosa que a mí me pareció rizar el rizo.
-Vendemos
fideos y atrapamos espíritus malignos. Jungjin
viene a ser la Gotham de Corea. En vez de supervillanos y superhéroes hay
espíritus malotes que dan poderes a los malos y espíritus buenos que dan
poderes a los buenos. Unos cazafantasmas por así decir. Por
cada cosa buena hay una mala. Hay dos líneas: el aparato sobrenatural y la
investigación policial. Mejor la intriga terrenal a grandes rasgos. El
argumento funciona. Muchísimos personajes a los que saben dotar de
personalidad. El
montaje es un desastre. Por una parte esos choques de enfoque, tan coreanos,
descolocan mucho. Una escena de sentimentalismo vergonzoso sigue a una
salvajada de paliza violenta que sigue a una escena de comedia. Casi sin
transición y a veces incluso mezclándolo. Lo del robo de los 5 mil millones es
pura comedia absurda. Cuesta acostumbrarse. Por otra parte está descompensada.
Los primeros capítulos inciden en el bullying
de instituto. De repente se olvidan de ello y pasan a otra cosa. Y quizá 7
capítulos después se vuelven a acordar de que tenían esa trama por ahí. Las
reglas de esos espíritus y cazadores están aderezadas con secuencias visuales
muy originales en ese Yung, ese Más Allá, que no deja de tener su buena dosis
de comedia cada vez que aparece. Esos espíritus burócratas tienen chispa. Hay
un momento muy atrevido, al final del 1x11, suprimiendo a un personaje. Una de
esas cosas que una serie americana jamás haría después de haberlo desarrollado
tan minuciosamente. A los coreanos no les tiembla el pulso. Más
cosas. Las coreografías de peleas están muy trabajadas pero se exceden en su
duración. Que haya una policía y una asesinada casi con idéntico nombre me
resultó muy extraño. Lo de los chándales rojos (y cutres) como uniforme es
brillante. Mi personaje favorito es la señora Chu. Tiene unas reacciones
divertidísimas. Y qué bien sabe llevar un traje. Pensaba
ver un capítulo por día (16) pero me ha llevado dos meses.
Sherlock. -Menudo
gilipollas. La
serie agarra Sherlock Holmes y
le da un meneo que lo deja con las tripas para fuera. No digo que le da vuelta
como a un calcetín. Hablo de tripas porque es más oscura, violenta, retorcida e
incluso gore de lo que uno pudiera imaginar. Los
personajes han pasado por una batidora de su carácter típico. Hay un Mycroft
bastante ingenuo, un doctor Watson muy maquiavélico y una señora Hudson que es
una arpía. ¿Y Sherlock? Sherlock está en lo más bajo, hasta un punto
inimaginable en su adicción a la droga. Y
cuando por fin lo conocemos (muy avanzada la serie) la pifia bien en sus
deducciones. Divertida escena en una serie con poco humor. Pero
también es sórdida por el pasado traumático de los personajes. Adolescentes con
historias perturbadoras, cada uno con sus pesadillas más o menos reales. En uno
de los casos pesadillas totalmente reales. Y ahí entra el elemento paranormal
que juegaun papel determinante y que
transmuta el trabajo detectivesco en una aventura lúgubre. El
mejor capítulo es el 1x05 a nivel dramático. El peor el 1x06 por su estructura
tópica de desencuentros. El capítulo final es demasiado Stranger Things, decepcionante a varios niveles: previsible,
agotador en ese cierre de la grieta (pensé que nunca se iba a acabar) y con
reglas poco claras. Caprichosas, en realidad. Hay
muchas cosas que me han gustado y unas pocas que no. Thaddea Graham hace
un gran papel como Bea. Le costará encontrar audiencia porque el público al que
se dirige posiblemente la rechace. Irregular.
Chiste fácil, pero tenía que hacerlo.
A
esta peli le pedía dos cosas: que fuese tan mala y tan entretenida como Resident Evil. Sólo logra ser lo
primero. Lo de entretenida no lo es tanto. Entiendo
que quieren hacer una aventura. Gente perdida en un mundo fantástico que va
explorando el territorio ignoto. Al menos eso es lo que supongo y a lo que
apuntan. Por eso la primera hora se me atragantó. Por un lado nos quedamos
atrapados en bucle peleando con dos monstruos repetidamente (¿videojuego en el
que te atascas con un nivel?) y por otro pretende profundizar en la relación de
los protagonistas, cosa que es ridícula en una peli así y nadie pide. Pienso
que ese conocerse de los personajes debe realizarse durante el viaje de
exploración. Dicho
de otra manera: es un Parque Jurásico
que tarda demasiado tiempo en entrar en materia. Para cuando llegan los giros
de la trama mi interés ya estaba muy bajo y no logré aceptar el viaje de
vuelta. Visualmente bien rodado pero no demasiado novedoso. Igual
son cosas mías pero, ¿no crees que Milla Jovovich debería ser más cañera, la protagonista total? ¿No le han dado demasiado papel a Tony Jaa para poder venderse mejor en Asia? Para
los que aceptan todo lo que les echen sin importarles tonterías como la lógica
interna o la verosimilitud.
Hace
mucho, mucho tiempo, antes de que existiese el coronavirus, me preguntaron en un
cine-fórum por directores actuales que me interesaran. Cité unos cuantos autores
comerciales para que la audiencia asintiera o meneara la cabeza y después, para
probar que también soy un gafapasta, que hago los deberes, mencioné unos
cuántos desconocidos. Uno de esos nombres fue el de Chloé
Zhao. Dije
en broma, como una imposibilidad, que nos duraría al menos hasta que le
propusieran hacer una peli de superhéroes. Y resultó no ser broma ni
imposibilidad porque será la responsable de Los Eternos. Pero de momento sigue haciendo cosas tan
maravillosas como Nomadland. El
cine de Zhao es muy esencial. Una trama mínima, filmación de bellas
imágenes sobrias, sin artificio y captura del misterio de la variedad humana.
No hay más. Unos pocos actores profesionales. Los demás son gente real, de la
calle. Casi un documental. Fern
(una impecable Frances McDormand) se queda sin trabajo en 2011. Con su
furgoneta, de parking de autocaravana a parking de autocaravana, y tiro porque
me toca, recorre Estados Unidos, currando en lo que puede. La seguimos durante
un año, de una temporada navideña de Amazon a otra. Y nos muestra un mundo de
personas muy humanas y muy solas, el reverso del sueño americano, los que viven
con lo puesto. En
el cine de Zhao, paisajes y humanos se mezclan, se complementan, se
reflejan. Soledad y desierto. Y la belleza que hay en esa aspereza. -Nos
vemos en el camino.
1.
Falcon y el Soldado de Invierno
tenía los mimbres para seguir la estela de WandaVision. Pudieron hacer una serie de colegas, una buddy movie. Pero no. Ya han vuelto a lo
mismo, al Marvel de siempre. Me bajo de este tren. 2.
BRZRKR fue un cómic que
escribió Keanu Reeves y cuyos derechos compró Netflix. Ahora Keanu
Reeves dará vida como actor a su propia creación en una peli. 3.
No me gusta que Uma Thurman
vaya a aparecer en Stargirl
porque me entran tentaciones de ver la serie. 4.
La lucha entre cines y Disney será dura. Los cines boicotean Raya y el último dragón y Disney
demuestra que no ha aprendido la lección estrenando Viuda Negra simultáneamente en cine y plataforma. Y Luca sólo en plataforma. Apostando
fuerte. ¿Qué pasará cuando Disney quiera estrenar sólo en cines? ¿O ya ha
renunciado a ello por completo?
El
punto de partida es muy interesante. Después
de 14 años de matrimonio Janet y Tom se aman como el primer día. Más aún. No
pueden quitarse las manos de encima, se reconcilian rápidamente, son
absolutamente felices. Sus amistades los odian. Un hombre de una misteriosa
agencia superior les dice que eso no es normal. Les pondrá unas inyecciones y
serán como los demás. Este
hombre misterioso es el detonante de la historia. El núcleo. Prueba de que el
director no sabía qué hacer a partir de ahí es que el enigmático personaje es
contradictorio y por tanto la película carece de sentido. El supuesto de la
normalidad queda derruido cuando la normalidad también es cuestionada. Digamos
que la peli es sugerente durante los primeros minutos. En cuanto las 5 parejas
de amigos se meten en esa casa lujosa se puede dar por terminada la película en
cualquier momento. Los diálogos son bobos, las situaciones ridículas, el enigma
irrelevante. Los personajes no están bien dibujados. Imagino
que el director quiere decirnos que debemos luchar por ser felices pero lo que
está claro es que no sabía cómo terminar la película. Bien
fotografiada.
-Díaz
nació involucrado. En lo que sea. Una
segunda temporada que funciona con precisión absoluta, con todos los engranajes
donde deben estar. Critiqué a la primera porque rellenaba capítulos con recursos fáciles pero aquí no pasa eso. Podríamos
decir que el argumento es sencillo. Pero es muy difícil construir una trama que
retoma los flecos que quedaban de la temporada anterior, que construye sobre
ellos nuevas tramas, que las entrelaza sin que resulte rocambolesco y que sigan
tan bien los pasos de todos los personajes implicados. Las
reacciones de los intérpretes son coherentes y no se sacan de la manga trucos
baratos. Incluso cosas como lo de ese infarto tienen un punto de ingenio. Así
que esa sencillez es el fruto de una depuración en la escritura de guión, no
porque hayan ido a la fácil. Candela Peña (o Montes, como
prefieras) está muy bien en su papel de jueza que, por si no tuviese bastantes
líos, tiene un hijo con graves problemas de salud. Eso le permite desarrollar
registros inesperados y complejos. Y Darío Grandinetti tiene entre manos
un personajazo enorme al que el actor sabe dotar de personalidad y matices. Y
la relación entre ambos una maravilla. Cada escena que comparten es una
delicia. Pero todo el reparto está muy bien, muy en su sitio. Además
hacen muy bien en componer la historia en sólo 6 capítulos. Ni faltan ni sobran
piezas. Una
policiaca muy bien hilvanada. Yo, por ser como soy, tuve problemas con las
partes judiciales, pero esa no es una razón que deba afectar el resto del
mundo.
-Oooh.
Bendito sea nuestro sistema socialdemócrata. El
Fondo del Petróleo (Fondo de Pensiones) es el fondo noruego que saca la pasta
del petróleo y la reinvierte prudentemente para beneficio de los ciudadanos
noruegos. La serie muestra los esfuerzos de Per, Director de Inversiones, para
dinamitar las buenas intenciones de Kathrine, Directora de Ética. Y a la
inversa. Porque ni él hace siempre buenas inversiones ni ella es tan ética como
parece. Obviamente
hay capítulos mejores y peores pero a grandes rasgos es una comedia muy buena. Lo
que más me ha llamado la atención es que no hay ni un chiste verde ni marrón ni
salidas de tono. Es una apuesta decidida por el humor inteligente, más de
situaciones que físico, apoyado en buenas interpretaciones y en la construcción
de personajes y ambiente. Capítulos de 20 minutos, ágiles, con un reparto muy
internacional que saca petróleo (je) de los clichés con otros países y las
contradicciones del mundo actual. Mi
escena favorita: ese momento en que trasladan por la calle nevada un palé lleno
de billetes y una mendiga se acerca a pedirles una moneda. Mi capítulo
favorito: el del trabajo infantil. Brillante. Aunque ¿qué me dices de ese momento en que Per
hace pesas con un lingote de oro? Marcia Gay
Harden
aparece en un par de capítulos como la embajadora de Estados Unidos.
Es
una película demasiado excéntrica, un cóctel que tenía sentido en la cabeza del
director pero que no ha sabido reflejar en la pantalla. Una especie de Pulp Fiction a la rumana. Es decir:
estructura muy de Tarantino (con sus capítulos y sus flashback a modo de puzle) pero con un
ritmo torpe, dirección fría, personajes sin alma, distantes. Un
poli rumano corrupto es invitado por una mujer a ir a La Gomera. Allí podrá
aprender el silbo y de ese modo se comunicarán sin que se entere la policía. Hay
escenas que decididamente no funcionan para nada. Ese director que busca
localizaciones. Una secuencia que, suponemos, tiene una simbología cómica. Pero
que no tiene ningún sentido en la trama, un mero capricho. Parece que la
reunión de mafiosos fuese una obra de teatro y el director de la obra alguien
que tiene lidiar con esa gentuza. El director muere a manos de los actores. La
metáfora no va más allá y se queda en un inserto ajeno al resto de la historia.
No es la única secuencia realizada por puro antojo. Está
claro que Corneliu Porumboiu ama el cine. Particularmente el western. Desde las imágenes de Centauros del desierto a ese set de
rodaje donde acontece el tiroteo final. Pero hay una renuncia explícita al
sentido del espectáculo para darle un tono realista que tampoco nos podemos
creer. También hay una referencia curiosa a la escena de la ducha de Psicosis. Y a la que saca tan poco
partido como a todo lo demás. Rinde un homenaje al cine rumano con una escena
de Un Comisar Acuza, de 1974,
y que parece mostrar más aplomo que la obra presente. Una
curiosidad cinéfila pero con poca chicha.
Para
evitar filtraciones del último libro de Oscar Brach, autor al que nadie conoce,
el editor (Lambert Wilson) de Dedalus
lleva a los 9 traductores a un búnker. Sin wifi, sin conexión con el exterior,
sin móviles. Pese a todas las medidas tomadas el libro comienza a filtrarse. Cualquiera
que vea la película en un sentido literal acabará defraudado porque estará
ocupado con las inverosimilitudes. A mí me parece una forma muy entretenida de
plantear una metáfora llevándola al extremo. La
película habla sobre el acto creativo, el dinero que mueve la industria del
libro, la conveniencia o no de la piratería, el mundo digital, la frustración o
no de los traductores, arte contra negocio, alta y baja literatura, lo que los
lectores encuentran en la obra y que el escritor no percibe, los fans, la
identificación con personajes ficticios… Los
traductores vienen de Rusia (Olga Kuylenko), Italia (Riccardo
Scamarcio), Dinamarca (Sidse Babett Knudsen), España (Eduardo
Noriega), Inglaterra (Alex Lawther), Alemania (Anna Maria Sturm),
China (Frédéric Chau), Portugal (Maria Leite) y Grecia (Manolis
Mavromatakis). Un reparto internacional que aporta también visiones diferentes
sobre cultura, censura, capitalismo… No hay análisis profundos, hay preguntas
y, sobre todo, hay un suspense rodado con una maravillosa elegancia y una
estructura muy juguetona. Está muy bien la planificación en el interior del
búnker, el travelling del metro y calles de París, la carrera con el coche… Hay
varios giros argumentales. Me parece muy interesante que durante parte de la
trama pensemos que el secreto se encuentra en ese personaje anónimo de la
cárcel. O que pensemos que se trata de cómo se hizo un robo. Y cuando se
desvela un misterio accedemos a otro. Hasta que, finalmente, descubramos la
razón de todo aquello. Entretenida
y con algo de fondo. También está por ahí Sara Giraudeau.
1.
Hoy estrenan El agente topo y
puedes leer mi opinión aquí. 2.
Maribel Verdú será la madre de Flash. Ni sé cómo evaluar esta noticia.
Categoría de impensable, inimaginable. ¿A quién se le ocurrió? ¿Cómo es posible
tener una mente así? ¿En qué mundo vivimos? ¿Puede funcionar? ¿Será magistral? 3.
Dicen que Steven Spielberg
rodará una película sobre su infancia. Y yo pensando que casi todas las que
había rodado, tratan de ello. 4.
Me alegro de las nominaciones de Chloe Zhao y Emerald Fennell en
los Oscar. Sus respectivas Nomadland
y Una joven prometedora me han
fascinado por diversos motivos. Ya hablaré de ellas en su momento. Pero sigo pensando
que Mank y David Fincher
merecen ganar. También creo que lo tiene difícil porque su retrato de Hollywood es bastante mordaz.
Amy Poehler casi lo consigue. Hacía
mucho que no entraba auna peli/serie de
instituto americano pero me recomendaron que viera ésta. Fui con mucha
prevención. Pero entiendo que tiene sus méritos. La
directora logra escapar de muchísimos tópicos. No me refiero a que el líder del
equipo de fútbol americano sea el villano (que también). Me refiero a que las
chicas (y algunos chicos) tienen personalidad, aficiones diferentes,
mentalidades distintas. No se limita a las animadoras, jugadores, raritos. Esos
están en el perímetro. Me creo a esos adolescentes, a esas chicas cabreadas. Lo
tiene más difícil para escapar a los clichés de la estructura narrativa, al
doble giro final, al fracaso y al levantarse, a enfrentarse con todos para
hacer las paces. Sí me gustan algunas cosas que hace con la cámara y que no
esperaba. Algunos travelling bastante hábiles, algunas ideas visuales. El
final es lo más endeble. Por directo y poco sutil. Tiene que estar todo dicho y
masticado. Supongo que los discursos finales eran inevitables, pero cinematográficamente
no funcionan. Es mucho más inteligente e interesante esa breve coda sobre el
sueño inicial del bosque. Como metáfora lo dice todo. Pero, claro, el público
americano al que se dirige no se conforma con eso. Para
tratarse de una película muy #MeToo, muy de empoderamiento femenino, muy
feminista, es bastante astuta en sus propuestas. Se ve que Amy Poehler
está cabreada con razón con las posiciones machistas. Que la solución de la
película sea un poco facilona es otra cosa. Así
que, aunque no consigue todo lo que pretendía (es un tema demasiado complicado
para solventarlo en una película de género), logra un resultado bastante
decente.
En
1995 Joanna entra a trabajar en una agencia literaria. Ella será quien reciba
el correo dirigido a Salinger y responderá siempre lo mismo: que el escritor no
desea recibir correspondencia. Es
buena la dirección. Personajes que hablan a cámara, algunos juegos visuales,
alguna originalidad formal. Están muy bien Margaret Qualley y Sigourney
Weaver. Personajes bien construidos. Están bien también muchos de los
diálogos. Pero
es una película que, sin duda, resulta demasiado anodina. Le falta un centro de
gravedad, un núcleo alrededor del que todo gire. Le falta una escena dramática
intensa o un momento de comedia loca o una secuencia sobre la que todo confluya
de modo ineludible. Ese anecdotario, ese contarnos cosas que le pasan a la
chica, está bien, es atractivo, pero no es suficiente. La cotidianeidad no
tiene porque ser aburrida. Y aquí hay momentos que lo son. Está
claro que Falardeau procura tratar con cariño a todos sus personajes. A
Salinger nunca le veremos con claridad. Pero le oiremos y parecerá un tipo
agradable. Y si hace eso con Salinger, los demás sólo pueden mejorar.
Caracteres que quedan en el misterio y en los que se busca su humanidad. Cuando
ya pensaba que aquí no había sitio para un baile de Qualley, se sacan de
la manga una pequeña danza en el Waldorf Astoria. No
puedo decir que sea buena. Pero hablan de Salinger, así que…
Es
que a mí me gustan los espías de verdad, los de antes. Los que usaban un buzón
en un árbol, una señal en la ventana, un microfilm en una moneda. Cuando había grabadoras
tamaño libro y trasiego de señales camufladas. El espionaje de ahora es otra
cosa. Una cosa fría y a distancia. Veo
los defectos de la serie pero su ambientación, su vuelta a la Guerra Fría, a la
fotografía sepia, gris y verdosa, me tiene ganado. 1955
es un año decisivo para Finlandia. Se acercan elecciones y hay un candidato
pro-soviético y otro pro-americano. La devolución de la base rusa de Porkkala
es una buena moneda de cambio para lograr los objetivos. A
la trama principal (histórica) se le añaden otras tramas colaterales (ficticias
en mayor o menor medida) sobre las disensiones para derrocar a Kruschev, la
operación Baba Yaga, misiles nucleares y el misterioso pasado de una joven
llamada Helena. Al
principio cuesta averiguar quién es quién y qué pretende. Espías finlandeses,
rusos, americanos, suecos… La pequeña Nyrkki frente a las poderosas CIA y KGB.
Luego, a medida que se asientan las piezas y descubres cómo se juega la
partida, la trama fluye con buen ritmo. Su
mejor baza está en las largas escenas que construyen la tensión y desarrollan
el argumento: el baile, el desfile de modelos, los bailes… Lo peor es el
melodrama de Helena, con momentos bastante inverosímiles. Me gustaría saber
cuándo le enseñó Jason Bourne a pelear. El montaje también es flojito, muchas
veces desacertado. Me
encanta la ayudante de cocina. El jefe
de Nyrkki es totalmente asqueroso.
Hace
mucho que no tengo expectativas con el cine y no me preocupan cambios de
género, locuras, rupturas. Siempre que la narrativa tenga su lógica interna.
Aquí tenemos una película que empieza siendo policiaca y de pronto da un salto sobrenatural. Eso,
desde luego, es mucho pedir. Puedo trabajar con ello pero se comprende que algunos
espectadores decidan bajarse ahí del carro. Por supuesto lo policiaco se derrumba
y es la primera objeción que se le podría poner. Sin embargo el verdadero
problema no es ése. La
película nos empieza hablando desde el punto de vista de Alice y luego desde el
de Joseph. Media hora de película que, descubriremos, es totalmente
prescindible. Esos dos personajes tienen poca o ninguna relevancia en los
acontecimientos que están por venir. Comenzar el relato a la media hora lo haría
igualmente comprensible y no cambiaría nada. Así
pues, se trata, más que nada, de cinco (o seis) historias de personajes sórdidos
y amorales, ligados caprichosamente. Convierte la casualidad en causalidad. Ocurre algo en Costa de Marfil que produce coincidencias casi imposibles en
Francia. Cosa que muchos críticos están elogiando pero que a mí me parece una
memez. Digo: no entiendo por qué es un logro tapar un fallo de guión con un
despropósito aún mayor. Lo
que cuenta es eso: los humanos somos verdaderas bestias. O peor: podemos
comportarnos como bestias porque estamos en manos de un chamán al que
desconocemos, de un brujo pirujo o de cualquier añagaza con la que uno quiera
justificarse. Decepcionante.
Una
familia de inmigrantes coreanos inicia una nueva vida en Arkansas en los años
80. Empiezan viviendo en un remolque en mitad de un prado. Esta
película se puede traducir en una palabra: equilibrio. Pudo ser fácilmente un
dramón desmesurado. O una película sensiblera y dulzona. Pudo ser preciosista
hasta el paroxismo. O descarnada en su crudeza. Pudo resaltar el maravilloso
sueño americano o la profunda pesadilla americana. Y
no es nada eso. Es la historia de una familia. Las tareas de la casa, las
labores del campo, los conflictos matrimoniales, la preocupación por la salud
de los hijos, los problemas económicos, la búsqueda de nuevas amistades… Nada está exagerado ni
idealizado. Es la vida misma, el día a día. Y como siempre que se logra
capturar lo particular se vuelve universal. Porque más allá de las
peculiaridades coreanas (el sentido de honor y trabajo del padre, la relación
con la abuela, la educación del hijo por encima de la de la hija) sus conflictos
son reconocibles por todos. Sencilla,
que no simple. Es una historia bien contada, más sobria de lo que, sospecho,
gustaría al público americano. Huye de cualquier exceso y se centra en
construir sólidamente a los personajes. La hija es tal vez la menos lograda. En
cualquier caso una buena peli que, sin llegar a grandes alturas, es muy
competente en contar con precisión lo que quiere contar.
1.
Estrenan Relic en los cines.
Puedes ver la crítica aquí. Si buscas la típica de terror no te la aconsejo.
Pero si quieres un nuevo enfoque o algo innovador es interesante. 2.
Ya imaginarás que estoy a favor de ese semi-boicot de los cines a Raya y el último dragón. Disney dio
la espalda a los cines en el peor momento y quiere sacar partido en los buenos
momentos. Y se equivocó en ambos casos. Los Croods 2 dieron la cara y llevan 4 millones largos de recaudación. 3.
La mujer en la ventana tiene
el aroma (¿huele?, ¿apesta?) a reinterpretación de La ventana indiscreta con protagonista femenina. El reparto es
bueno pero temo otro destrozo a la obra de Hitchcock. 4.
Rodrigo Sorogoyen se lanza a una nueva serie de temática original: la
Guerra Civil española. Pues aquí tienes un espectador menos.
Los
ves en el coche y sabes que entre los tres no suman dos dedos de frente. Un
trío de garrulos sin cerebro. Están planeando robar a un matrimonio de ancianos
ricachones. Maisie Williams acaba en el tinglado un poco por error. Como
el espectador sí tiene dos dedos de frente pronto se da cuenta de que esos
ancianitos no son lo que parecen. El
modo de manejar la tensión es tan cutre que a veces parece una comedia
involuntaria. No se puede ser menos sutil y no puedes creerte las decisiones de
los personajes. La hora y media de duración le viene muy larga. Habría podido
ser un capítulo de una serie pero llega a agotar por lo absurdo de determinadas
situaciones. Ciertamente la cámara hace lo que puede por insuflar un poco de
dinamismo a ese guión, pero no es suficiente. Lo
de Terry, particularmente, llega a ser de una imbecilidad tal que ni siquiera
es aceptable como idiotez. Es imposible que exista en el mundo alguien tan cretino.
Imposible. Y
lo curioso es que el final, siendo tan malo, te deja con la sensación de que
tal vez es lo correcto. Mala
y con frecuencia muy tonta.
No
veo los Goya así que ignoro las categorías que hay. Pero si no existe, deberían
inventar un Goya a la Mujer Que Las Pasa
Más Canutas. Y dárselo a Megan Montaner. Porque mira que ha sufrido
esta chica el último año. Entre 30
monedas y la presente es un no vivir. La
serie me funcionaba muy bien hasta el momento del secuestro. No tanto por el
secuestro sino por lo innecesario de las consecuencias. Los
primeros capítulos alternan dos líneas temporales. El presente y unos días en
el futuro. Y sabemos que confluirán en algún momento y que algo le ocurrirá a
Sara. Este tramo, como investigación policial ceñida a los cánones, es resultón.
Pero a partir del secuestro… Hay sorpresas que nadie pedía y, en mi opinión, resultan
demasiado rocambolescas. Si repasamos sucesos, especialmente en lo referente a
Cati y Malena, sus reacciones y comportamientos no nos cuadran. Aun
con el final alambicado y rococó es mejor que la primera temporada. Arriesgan
más en su estructura y los personajes están bien construidos. Excepto los
adolescentes. Tan mal tratados como siempre y cortados por el mismo patrón. No
voy a entrar en los récords de audiencia mínima que TVE ha registrado estos
días ni en la gestión caótica. Ya han escrito muchos otros sobre esto con
acierto y el gobierno bicéfalo sigue sin verlo. A lo que voy es que hay que
tener en cuenta que hablamos de TVE. Que de ahí salga algo potable ya es
sorprendente. Que la serie alcance el nivel que alcanza es casi un milagro. Me
cayó muy bien el sargento Selva (Félix Gómez) tan borde, capullo y
eficaz. -Voy
a llamar a un par de amigos periodistas. Son periodistas deportivos. No tienen
escrúpulos.
Técnicamente
portentosa, conceptualmente lo de siempre. Unos ordenadores maravillosos y la
misma princesa de los últimos 40 años. El
mejor hallazgo es la dragona Sisu. Compensa verla con la voz de Awkwafina.
Está inmensa. Han copiado incluso su gestualidad. El personaje se come a la
protagonista. Hay ocurrencias muy buenas como la de la bebita ladrona. También
tiene persecuciones y peleas logradísimas. Le
cuesta arrancar un montón, unos veinte minutos. Aunque el concepto de aventura
y diversos ambientes depara bonitas sorpresas visuales, no escapa a cierta
sensación de videojuego, de superar capítulos y niveles. No fluye con
naturalidad. Cumplimos una misión y a otra cosa. Sí está bien ese absurdo
equipillo que va formando con la gente más variopinta. Hay
un enorme agujero de guión que no explica por qué los dragones permanecieron
como piedra. Por otra parte es una peli bastante clasista: son las dos
civilizaciones avanzadas las que
arreglan el entuerto (las que tienen McDonald’s, supongo). Cosa que se
contradice con la idea de tener confianza en los demás, lema de la historia que
repiten 50 veces y que por tanto supongo que es el mensaje. Merece
la pena por algunas escenas verdaderamente apabullantes.
-¿Qué
es la pena sino amor perseverante? Es
la obra más arriesgada y original de Disney en décadas. No
me parece adecuada la mirada del público fan de Marvel. Ni la de los que
critican la serie (porque quieren el estilo Marvel de siempre) ni la de los que
la apoyan (porque están loquitos buscando guiños y auto-referencias). Hay ahí
un análisis excesivo que en mi opinión no deja disfrutar la obra. Meter
a dos superhéroes en una sitcom es
una gran idea, que cada capítulo se desarrolle en una década distinta es otra
gran idea, que se convierta en un repaso de la historia de las series es otra
más. Y que sea tan aguda e inteligente en esa evolución es lo mejor de todo. Hay
muchos modos de leer la serie sin necesidad de elucubraciones extrañas. En mi
opinión lo mejor es esa lección de historia de las series. I Love Lucy, Embrujada, La
dimensión desconocida, Los
problemas crecen (en el momento adecuado), Malcolm el de en medio, Who’s
the Boss?, Modern Family,
La familia Addams, El show de Dick van Dyke,… Me
gusta mucho el modo original de romper la cuarta pared, como cuando Agnes
pregunta si repite la toma porque cree que el guión de Wanda no ha salido como
estaba previsto. Una
escena: esa mujer, paralizada en el acto de colgar una telaraña, que derrama
una lágrima. Es el momento más dramático de Marvel que hemos presenciado.
Ninguna peli ha alcanzado un límite tan espeluznante. Ni las muertes de los
Vengadores ni la de Gwen Stacy alcanzaron esa fuerza. Y luego el 1x08, desde
luego. Formidable. Es
un capítulo magistral. Se le podría sacar mucha punta a ese matrimonio. Wanda y
Vision. La bruja y el robot. La pura magia y la pura tecnología, la unión entre
fantasía y técnica. El resultado de combinar ambas cosas es un producto al que
solemos llamar Arte. El 1x08 habla sobre cómo se fabrica el drama, la comedia,
los sueños. El cine y las series. Rompiendo la cuarta pared, de nuevo, para
mostrarnos los focos, las cámaras, lo que hay detrás. Enorme
trabajo interpretativo de Elizabeth Olsen y Paul Bettany, sin
desmerecer el de Kathryn Hahn. Inmensos, perfectos. Cambiando el modo de
actuar según la época, con más o menos histrionismo, con los tics propios de
cada época. Y con locuras muy divertidas. Ese instante en que Bettany
rapea nervioso es mi momento preferido. Veo
los tráileres de las futuras series de Marvel y parece que vuelven a lo de
siempre. Una pena. Porque el camino era éste: arriesgar en conceptos. Una serie muy grande, muy buena.
1.
En Francia están al alza pero en Estados Unidos han logrado hundir la comedia. Ticket to Paradise pretende ser una
comedia romántica clásica, un intento de resucitarlas de algún modo. Julia
Roberts y George Clooney me parecen la elección perfecta para el
intento. Pero rara vez salen bien esos intentos de ingeniería. 2.
En The Pale Blue Eye el
protagonista será Christian Bale. Es un detective de 1830 llamado
Augustus Landor que cuenta con la ayuda de un tal Edgar Allan Poe.
Sugerente, ¿verdad? 3.
Judi Dench tiene 86 años y está casi ciega. Pese a todo está dispuesta a
seguir actuando. Y Kenneth Branagh encantado de seguir dándole trabajo.
La veremos en Belfast,
ambientada en los años 60. 4.
Lo de Victoria Abril daría para un culebrón. Criticó la dictadura de Macron (pero le gusta vivir en ella) para ensalzar la democracia de Pedro Sánchez (en la que no quiere vivir). También se mostró en
contra de las mascarillas y vacunas. La democracia de Pedro Sánchez consideró
retirarle el premio Feroz porque en una democracia no puedes decir lo que quieras. Luego hubo debates en internet: los progres trazaron líneas rojas y quisieron censurarla; los liberales, que siempre han criticado a la actriz, se pusieron de su lado. Y los absurdos se acumularon. Habría
que analizar todo esto muy a fondo porque expresa el mundo contradictorio que
vivimos.
Dejé
apartada esta peli por las malas críticas inmediatas que recibió, pero como he
visto todo lo que ha hecho Rodrigo Cortés, decidí darle una oportunidad. Entiendo
que no guste al público general pero no entiendo que una parte de la crítica
especializada fuese tan negativa. Quizá no sea una buena peli de terror pero es
que pienso que ni siquiera tenía obligación de serlo. Si se le puede poner
alguna pega es que su mensaje, lo que realmente quiere contar, queda muy
explicado en ese relato que hace Uma Thurman hacia el final. En
cualquier caso Cortés sigue teniendo una elegancia sorprendente con la
cámara. Hay momentos con la atmósfera de El
resplandor, planos reinterpretados de Vértigo... La peli habla sobre la creación, sobre lograr las
cosas con esfuerzo, sobre el precio que pagamos por lo que queremos. Y en
cierto modo la peli, sin ser una buena peli de terror, viene a decir cómo
deberían hacerse las pelis de terror. De hecho ya se están haciendo algunas así
(La visita, Relic, Hereditary), con un contenido más allá del terror. Pero está
bien que se sume a esa corriente. De
verdad que la planificación es esmeradísima. Cito un plano que me encantó: Kit
ante los cortinajes. Es un plano en el que no pasa nada. Travelling lento hacia la
derecha, hacia la izquierda, vuelta al centro, panorámica rápida a la derecha
siguiendo la dirección de la mirada de ella, luego a la izquierda… Buen
trabajo de Annasophia Robb.
Estoy
muy dividido con esta película. Su trama, mejor dicho, su guión, es simple a
más no poder. Una historia de venganza. Una chica tiene una deuda con unos
mafiosos. El hermano de la chica paga esa deuda, las cosas no salen como se
esperaba. Algo que hemos visto decenas de veces. Pero
el modo en que se narra me sorprende. Tan violento y al mismo tiempo tan
sobrio, tan brutal y tan controlado, tan sórdido pero tan medido. Hay
una secuencia, un travelling en un almacén que no pretende ser un alarde de
movimiento de la cámara. Pero es tan fuerte lo que pasa ahí, tan visceral en su
parquedad que me parece brillante. No
hay ninguna pelea de fantasía. Si golpeas a alguien en la cabeza con una barra
de metal se acabó. Así es la realidad. Y así funciona la peli: seca, cortante.
La gente mata y a otra cosa. Sin chistes, sin moralejas, sin adornos. Una
crudeza carente de cualquier artificio. Salvo la habilidad de la cámara para
relatarlo como si fuese casi un documental aséptico. Y
entre medias unos breves flashback
para contarnos otra historia tan espeluznante como todo lo demás. Es
buena técnicamente hablando. Si tienes ánimo o estómago para enfrentarte a ella
es otra cuestión.
Una
tarde salía Karl Urban del plató de The Boys y le dijeron: «Tío, sigue en tu papel, sigue siendo el
mismo garrulo. Ni te cambies de ropa. Vamos a rodar una peli en un rato». Y surgió
esto. Un
poli sale de la cárcel por haber matado a otro poli y ser corrupto. En realidad
él no hizo nada y quiere demostrarlo. Decir
que la trama carece de lógica es quedarse corto. No es sólo que cada 7 minutos
le den una paliza a Gallagher venga a cuento o no. Es que la forma de complicar
las cosas innecesariamente es un poquito vergonzosa. Es
una peli para Karl Urban y se permiten el lujo de despreciar a Andy
García, Sofía Vergara y Grace Byers. Personajes que aparecen,
cuentan unas cosas y luego desaparecen por un buen motivo: no hacían falta.
Pero eso ocurre con casi todos los personajes de la peli. El
final, lo de Andy García, me pareció especialmente estúpido. Tiene
algunos momentos con una buena planificación y eso es lo mejor que puedo decir
de ella. Hace aguas por todas partes.