27/6/20

Un blanco, blanco día


Es una peli bastante pesadita, la verdad.
Durante la primera hora vemos cómo un hombre viudo construye una casa. Hay anécdotas con sus compañeros polis, con su hija, su nieta, amigos… Pero sobre todo construye una casa. Eso podría funcionar como metáfora acerca del vacío o de reinventarse o de encontrar un sustituto para el concepto de hogar. Pensé que la peli iría de eso y me adapté, a la espera de descubrir la simbología completa.
Pero a la hora la peli cambia. O, mejor dicho, empieza. Porque de la casa ya no volvemos a saber mucho más. El viudo es poli y tiene dudas acerca de la muerte de su mujer. Y se vuelve una película de intriga y venganza con asuntos que resolver.
Ambas tramas me parecen inconclusas por separado. Y juntas no alcanzo a verles la unidad. Puedes crear una peli simbólica y tomártela con calma. Pero me descolocó por completo que tanto metraje fuese un mero relleno antes de comenzar la intriga.
No lo veo. Sobre todo porque con la simpleza del final todo lo demás me suena a pretencioso. No hay una gran profundidad en los sentimientos ni el drama, ninguna genialidad reflexiva que justifique la extravagante lentitud de su puesta en escena.
Lo mejor: la escena con la nieta en el coche detenido por el otro hombre. Un instante de furia muy bien rodado.

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