Es
mi cómic favorito de todos los tiempos. Eso pesa a la hora de evaluar la serie.
Sin embargo, con independencia de mis preferencias, la serie no está a la
altura del cómic.
Me
ha gustado y si hay más Watchmen
pueden contar conmigo. Porque el cómic me encanta y me gusta ver nuevos
enfoques y ampliaciones del universo. Pero la serie no es fiel al cómic en su
espíritu.
Este
Watchmen de Lindelof
necesitaría la estructura y ritmo de Lost,
no el de The Leftovers.
Debería hablar con Abrams. Puedes hacer 3 capítulos sobre un personaje
específico si tienes 24 episodios para explorar al resto de personajes y tramas.
Pero con sólo 9 capítulos el desequilibrio es brutal.
Lindelof es bueno en muchas
cosas. Pero no es Tarantino a la hora de crear diálogos. Algunos de los
capítulos se hacen eternos con esos diálogos.
Las
sorpresas del cómic venían de modo sutil. Objetos que siempre habían estado a
la vista, en los que habías reparado pero considerabas triviales, cobraban de
pronto su importancia. Lindelof muestra algo nuevo de repente. El cómic
premiaba la atención del lector, en la serie Lindelof se premia a sí
mismo.
Lindelof es Ozymandias. Es
egocéntrico (cinematográficamente hablando, claro, no me refiero a él como
persona). Es un mago que nos quiere asombrar con sus trucos para que le
aplaudamos. Es un titiritero manipulador. Demasiado manipulador para mi gusto.
Eso
sí: tiene capitulazos imponentes. La estructura paradójica del 1x08, el modo
que lo organiza, es una maravilla. Un presente permanente del Dr. Manhattan, un
flashforward para el espectador, un flashback para Angela Abar.
Hay
cabos sueltos muy importantes. Eso significa que, pese a la insistencia de Lindelof
en que no tiene en mente una segunda temporada, sí que la tiene.
Ah,
otra cosa. Jeremy Irons se lo habrá pasado pipa pero su historia roza el
absurdo. Tiene un pase como comedia durante unos minutos. Siete capítulos sin
evolución, cada vez más ridículo, fue un exceso.
También
hay mucha gente, recientemente, que cree que buen cine y guiños referenciales
son sinónimos. Pero esa es otra historia. De piratas.
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