Tengo
que admitir que esperaba algo más radical de Greta Gerwig. Algo con un
toque más novedoso, más original. Imagino que ella calculó que, si se pasaba de
lista, recibiría muchas críticas y que los 4 comentaristas que la apoyaran no
merecían la pena el esfuerzo.
Lady Bird me extrañó porque Gerwig abandonaba
el proceso de maduración de los treintañeros a favor de la maduración de una
adolescente. Aquí vuelve a las adolescentes. Está claro que no le importa tanto
la edad como la maduración aunque, situar la trama en dos momentos temporales
distintos, un pie a cada lado, dice mucho de su astucia para no abandonar del
todo ninguno de los territorios.
Es
una peli muy clásica. Así que gustará a la mayoría de la gente. También a mí me
gusta. Es muy interesante cómo nos presenta a las March y el diferente
recorrido de sus vidas. Haciendo lo que quieren (o lo que pueden) cada una
asumiendo sus decisiones, sus fortalezas y sus debilidades.
Me
gustaría extenderme sobre todos esos necios que consideran Mujercitas como una novela progre
(un bofetón les daría la autora). Louisa May Alcott, de haber vivido hoy
en día, sería una burguesa viviendo en el chalet de una urbanización (como Pablo
Iglesias). Alcott vivía en un universo de burguesía decente, vida
tranquila, con preocupación por las personas de su entorno, contra la
esclavitud, a favor del voto femenino, manteniendo las tradiciones y el sentido
común. Conservadora en lo moral, liberal en lo económico. El problema de lo
progre de hoy en día es que son muy puritanos. En realidad mucho más puritanos
que las March. Y se confunden las cosas. Hay que leer más historia.
El
reparto está espléndido. Obviamente destaca la protagonista, pero es que sus
hermanas la apoyan que da gusto. Por no hablar de Laura Dern y Meryl
Streep. Y la banda sonora de Alexandre Desplat es una maravilla.
Así
que bien. Vale. Simpática, amable, agradable. Es sólo que yo esperaba una cosa
menos convencional.
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