La
trama es muy sencilla. Es el año 1862 y Amelia Wren y James Glaisher se fijan
el objetivo de superar los 7.000 metros de altitud en globo.
El
principal valor está en su apartado visual, en los efectos especiales, las
peripecias a gran altura.
Como
guión son interesantes los conflictos entre el científico y la aventurera. Él
se apoya en teorías, ella en la experiencia. Pero si las teorías son
equivocadas, la experiencia de quien se ha enfrentado a lo desconocido, la
intuición de quien ya ha corrido riesgos similares, tiene más valor. En cuanto a
drama son las mejores escenas de la película.
Como
digo, tiene más fuerza su apartado visual: el ascenso a través de la tormenta,
las mariposas, el precio de las imprudencias a temperaturas extremadamente
bajas con poco oxígeno… Genial esa escena en que Amelia trepa por el exterior
del globo. Y el truquito final cuando caen demasiado rápido.
Felicity Jones y Eddie Redmayne
vuelven a coincidir tras La teoría del
todo. Tienen química pero se ve que ella se encuentra mucho más cómoda
en su papel.
Le
falta cuerpo y fuerza al argumento. Es agradable, pero salta a la vista el poco
esfuerzo que se ha puesto en el guión. El texto está ahí para rellenar los
huecos entre las secuencias llamativas.
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