Peli
normalita para poner en la televisión por la tarde. Una de esas
intrigas que no es intriga, que es un golpe de efecto al que entras o
no entras. Yo no entré.
El
reparto está muy bien. Quiero decir que es un elenco de gente
conocida. Se han visto atrapados en este barco con un guion que quizá
les pareció apañado pero que al filmarlo tiene altos índices de
inverosimilitud. La suma de improbabilidades pesa demasiado.
Pese
a todo me parece que el suspense se mantiene durante sus inicios. El
misterio es intrigante. Aceptamos lo de la periodista invitada a un
yate de ricachones en el que casualmente se encuentra con su ex, un
fotógrafo que tampoco se sabe qué pinta en el barco. Pero es el
punto de partida. Lo creemos. Luego viene la mujer con cáncer, la
mujer rubia, el cuerpo que cae al mar, las evidencias que desaparecen
rápidamente… Nadie cree a la protagonista.
Luego
llega el giro, la sorpresa y, a partir de ahí, cuanto más avanza,
más insostenible se vuelve. El pacto inicial ya no es suficiente.
Hay que pasar por demasiados aros.
Ni
el reparto tiene margen para hacer gala de sus dotes -Keira
Knightley se esfuerza, pero...- ni la bonita música seduce
demasiado ni la puesta en escena en la claustrofobia del yate es
suficiente.
Anteriormente
el director dirigió La excavación. Muy distinta. No
parece que el suspense sea lo suyo. El drama le va mejor. Sí
conserva esa elegancia en la planificación con un pelín onírico.