30/1/21

La excavación

Es una dirección bastante extraña que a veces recuerda el documental, a veces el
biopic y, a veces, por muchos de sus planos, a Terrence Malick. Pero no se deja envolver por los tópicos de ninguno de ellos.
Es el relato de un acontecimiento histórico en el que vemos muy pocos hechos. Omite datos importantes y de otros se deshace de un plumazo. Sutton Hoo es una mera excusa para explorar los temas que al director le interesan.
Por un lado está el pasado. Excavamos para encontrarnos con los muertos, dice Edith. Buscamos la memoria, conocernos, descubrir cómo hemos llegado hasta aquí, una lucha por descubrirnos en nuestros antepasados. Por otro lado está la propia conciencia de la muerte personal, lo efímero de nuestras propias vidas, la resistencia a aceptar que no somos necesarios en este mundo, que la vida sigue más allá de nosotros.
Hay mucha sensibilidad en la planificación. Simon Stone usa planos que se relacionan, que se contradicen, que saltan a otro espacio sin que el protagonista se haya movido, conversaciones que no corresponden a la imagen… Hay una tenue sensación onírica, como si las almas estuviesen contemplando las cosas desde fuera del cuerpo. Se acentúa con ello la sensación de estar en el terreno de los recuerdos, la memoria, la historia.
Carey Mulligan está portentosa y Ralph Fiennes, con su personaje más bien estirado, hace maravillas. No va a enganchar a grandes públicos (es bastante contemplativa) pero hay mucho cine aquí detrás. Tengo mis dudas acerca de la historia de Lily James. Es una historia interesante pero no sé si necesaria o, al menos, tan relevante como el metraje que ocupa.
Por cierto. Ese póster que recuerda tanto al Ángelus de Millet es una preciosidad. 

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