En
mi opinión no debes ofrecer un concepto de aire rompedor y ser
formalmente convencional, no debes ofrecer una idea ambiciosa y
desarrollar un guion simple, no debes ser exigente con el espectador
si no lo eres contigo mismo.
Sospecho
-no estoy seguro, desde luego, pero es lo que la historia me ha
sugerido- que tratan de emular al Ripley
de Patricia Highsmith e incluso dar un paso más allá. Y se
quedan muy cortos. No digo que se estrellen porque la peli se deja
ver, pero cuando apuntas alto y te quedas en normalito, decepcionas.
Tom
es entrenador de tenis en un hotel de Fuerteventura. Es hedonista y
pasa la vida en fiestas nocturnas, ligues de una noche y resacas
frecuentes. Cuando aparece la familia Maguire (Dave, Anne y el hijo
Anton) cree que conoce a Anne del pasado y comienza a aproximarse a
ella. Cuando Dave desaparece la policía ve como únicos sospechosos
a Tom y Anne.
Ese
es el argumento. Lo que viene después es una osadía o una vaciedad,
según se mire. Pienso que hay demasiados minutos, demasiado guion
básico, demasiadas conversaciones elementales para contar una idea
muy sencilla: todos somos islas, cada uno vamos a nuestra bola,
podemos tratar de conectar con alguien pero será un espejismo. Somo
egocéntricos por naturaleza.
No
hay que ser un mago para arrancar buenas imágenes a Fuerteventura
pero es uno de los puntos a su favor. Me gustó una escena: la de la
cueva. Viene a ser una premonición de la desaparición posterior. La
película anda necesitada de muchas escenas similares, de símbolos
que sugieran más que de un guion disperso que no conduce a ningún
sitio.
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