Morgane
Alvaro, el motor de un Ferrari pero sin frenos y el volante roto, con
su espacio reservado en la comisaría: el alféizar de la ventana.
Morgane
Alvaro. Cómo no quererla si el primer capítulo de la quinta
temporada es una parodia de 24
con un par de bebés metiendo presión. Muy buen recurso el de las
múltiples, muy múltiples, pantallas partidas. Además el caso
evolucionó rápidamente con giros sorprendentes y haciendo gala de
extremo caos. Así es como debe arrancar una temporada. El otro
capítulo que más me gustó fue el 5x04. Chico desaparecido en un
vagón de tren. Una botella de refresco abandonada hace que Morgane
sospeche. ¿Medio llena o medio vacía? Es muy importante
determinarlo. Se sale del esquema habitual y eso ya le hace ganar
puntos. Con final sorpresa en que una mujer sigue a nuestra prota.
Lo
mejor siguen siendo esos montajes que acompañan las explicaciones de
Morgane: juegos de flashback,
dibujos, imágenes en blanco y negro, pantallas… Y muchos juegos
metacinematográficos. Creo que no les funcionó la representación
teatral vintage
del 5x06. En cambio estuvo muy bien el 5x08: entrevista policial,
espías astrofísicos y dentro una especie de sitcom
y una feria…
Lo
peor fue la persistencia en los líos de pareja. Es a lo que recurres
cuando se te agotan las ideas (especialmente los franceses). Creo que
fueron conscientes y por eso pusieron fin a la serie. Pienso que han
hecho bien y le han dado un buen cierre. Propusieron
con anticipación, correctamente,
la trama del perjurio de Karadec para llegar al punto que querían
llegar.
Mucho
mejor que la derivada versión americana.
Así
se fue la choni más inteligente del planeta.

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