En
Italia no todo es neorrealismo. Ni siquiera en la época más clásica
del neorrealismo. Algunas películas se salían de los esquemas e,
influidos por Hollywood, trataban de llegar a combinaciones muy
sugerentes.
Un
edificio burgués. Uno de los vecinos es robado con violencia. La
víctima no se muestra muy colaborativa. Ante todo quiere
tranquilidad, no ser noticia, que todo pase. Una semana después, al
otro lado del rellano, una mujer es asesinada. ¿Están ambos casos
conectados? ¿Son una casualidad?
Desde
luego no puede competir con las grandes obras del cine negro
americano, pero sigue siendo una muy buena película del género. Muy
dinámica, con rápidos diálogos, con algún que otro interrogatorio
intenso y bien concebido… El ritmo es impecable. También con esos
planos trágicos que tan bien se le daban a una expresiva Claudia
Cardinale.
Por
otra parte tocaba temas peliagudos a los que una película yanqui de
1959 ni se habría acercado como los gigolós u otros temas que
dejamos para el final.
Me
gusta mucho su humor. Muy italiano, claro. Ese poli tratando de
conseguir el teléfono de la dependienta… Creo que la comedia le
sienta muy bien.
Pietro
Germi
fue un gran director, eclipsado por Fellini,
Pasolini,
Visconti…
Es alguien que debería ser reivindicado. Aquí dirigía, escribía y
protagonizaba una película que no daba respiro, una investigación
implacable, con sus errores, agujeros y vueltas pero que caminaba
decidida hacia su desenlace.
Si
buscas algo entretenido no te decepcionará. Hay que estar atento
porque aparecen muchos personajes, situaciones y escenarios.
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