-¿A
quién?
Tienes
el cadáver ensangrentado de un hombre con el que no deberías estar
en la habitación de un hotel. Hay un tipo que te arregla esa clase
de problemas. Y el tipo viene. Pero luego viene otro.
Brad
Pitt,
George
Clooney
y Amy
Ryan.
A mí ya me vale con eso para pasar un buen rato.
Iba
a eso, a una película simpática y entretenida, sin más. Otra más.
Agradable, funcional. Pero qué va. Tiene mucho fondo. Para empezar
aprenderás, paso a paso, minuciosamente, cómo deshacerte de un
cadáver. No digo que pase todos los días, pero, oye, no viene mal
tener ciertos conocimientos.
Bien.
Bromas aparte. No me lo esperaba. He visto mucho cine y tiene giros
que no los vi venir. Y, aunque no los tuviese, es un guion de una
precisión encomiable. Qué calma, qué buen ritmo, qué suave
tensión… Es intrigante sin ser impaciente, las cosas ocurren en su
momento justo. Y
hay detalles curiosos como ciertos carteles de las marquesinas de
autobús.
Ni
siquiera te esperas la estructura. La primera
media hora parece que te lleva a una obra teatral. Pero de repente
las cosas se desmadran y empieza a aparecer más gente y la trama
crece y se desvía en otras direcciones.
Y
me dan ganas de contar ciertas cosas pero lo mejor es que lo veas por
ti mismo. Es una película muy divertida, bien hilada. Tal vez no sea
nada del otro mundo pero todo funciona al milímetro gracias a un
reparto que se lo pasa bien y que sabe que debe hacérselo pasar bien
al espectador.
Un
juguete muy bien construido.
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