Tres
astronautas viajan hacia Titán. Después de meses los efectos
psicológicos hacen mella. Alucinaciones visuales y auditivas,
miedos, confusión…
Tres
problemas tengo con esta película.
El
primero es la cuestión de la soledad y las drogas de hibernación.
Provocan efectos secundarios. Vale. No es la primera película que
termina devorada en su contradicción, pero debería ser la última.
Tal vez todo es alucinación, tal vez el protagonista está en un
psiquiátrico, tal vez está en su casa, creyendo que está en un
psiquiátrico, creyendo que está en un nave… Tal vez no hay
película.
Segundo
problema derivado de lo anterior: hay efectos secundarios. Vale.
¿Cuál es la metáfora, la lectura detrás de lo obvio? Algunas
pelis, con este tema, al menos tienen una alegoría, un mensaje. Aquí
no hay nada: la gente sola tiene problemas psicológicos. Ya está.
Ya lo sabíamos.
Lo
que nos lleva al tercer problema: si son conocidos los problemas
psicológicos de esas situaciones, todo
lo que viene después no tiene sentido.
En
mi opinión la peli debió acabar en el momento en que se abre la
compuerta. La gente se habría cabreado pero para mí era lo único
que tenía sentido. Un poco. Que cada espectador decida en su
solipsismo mental.
Un
buen reparto (Casey
Affleck,
Laurence
Fishburne,
Emily
Beecham)
con un guion paúperrimo que no cuenta absolutamente nada. Nada de
nada.
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