Yo me lo ha pasado muy bien con estos mutantes, estos X-Men alternativos, estos imperfectos monstruitos. Me gustó mucho su nivel macarra, su tonillo gamberro.
El doctor Sarkov (vaya ejemplar de ser humano) ha tratado de curar una mutación genética en unos jóvenes. Y no ha salido del todo bien. Años después del experimento, los jóvenes comienzan a experimentar… cambios. Abbi, Tilda y Juan quieren curarse. Pero hay gente con otras ideas.
Es una serie canadiense que no tiene gran presupuesto. Ciertamente, en algunos momentos, le habría venido bien, especialmente cuando quiere ampliar el universo. Y lo amplia en varias ocasiones con giros inesperados, nuevos personajes, agentes de extrañas organizaciones… Rara vez se atascan y con frecuencia se guardan un as en la manga para relanzar la historia en bifurcaciones.
Ese estilo un tanto insolente del que hablaba al principio le viene muy bien para introducir elementos de humor negro, situaciones inesperadas y personajes estrambóticos.
Pienso que su fuerte son esos personajes. Originales casi siempre, bien construidos. Cada personaje relevante tiene un carácter elaborado. Sean científicos, militares o imperfectos están desarrollados con esmero.
Algo embarullada en sus últimos capítulos, le falta una culminación épica. No es ninguna obra maestra pero agradezco estos giros a los superhéroes. Me ha entretenido mucho más que cualquiera de las últimas pelis, supuestamente espectaculares, de las grandes productoras.
Cierre correcto y, al mismo tiempo, apuntando a un potencial futuro caótico. Veremos si renueva.
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