Esa veta oscura que Aubrey Plaza utiliza con frecuencia en comedias (generalmente malas) como elemento de humor negro, es usada aquí para un drama sólido bien desarrollado. Creo que es el primer drama que veo de Aubrey Plaza y se desempeña muy bien.
La película está rodada con un tono casi documental. Cámara en mano, fotografía realista, tonos apagados. Ese estilo funciona muy bien para el drama pero funciona aún mejor como análisis, como casi reportaje, como asignatura para delinquir. Saldrás de la peli sabiendo lo necesario para falsificar tarjetas de crédito.
Lo cierto es que durante toda la película encontramos cierta justificación ética en los actos de la protagonista dada su complicada situación laboral. La historia nos lo presenta como una necesidad, un paso necesario para la supervivencia. Eso justifica también ciertas decisiones arriesgadas, situaciones de violencia contundente. Sí: va a recibir palizas y a devolverlas.
El final me parece redondo. Porque los grises se expresan de otro modo y surge la verdadera moralidad de Emily.
Bastante buena. Interesante. Con esa clase de objetividad que no manipula al espectador y deja que los hechos se expliquen por sí mismos.
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