Hay por ahí algún chiste suelto. Pero Whedon, habitualmente, exhibe muchísimo más humor. No sé si es porque es HBO y ahí todo tiene que tirar al drama o porque el propio Whedon ha perdido ingenio o por otra causa. Pero esos diálogos rápidos, divertidos, chispeantes, brillan por su ausencia.
El verdadero problema de The Nevers, sin embargo, es otro. Es uno que parece de novato: el desequilibrio brutal entre múltiples tramas y el corto recorrido de seis capítulos. La política, los nobles, las diferentes facciones, el Rey Mendigo, las subtramas amorosas, el burdel… y no pintan nada en el relato serial. Sólo tienen peso algunas tocadas, Maladie y colateralmente el poli. Lo demás puede que esté bien en un futuro pero en media docena de episodios son un añadido sin razón de existencia. No desempeñan ningún papel claro. Ni oscuro. Una cantidad abrumadora de personajes en una trama que no los necesita. La estructura del relato de la temporada es un desastre.
Esa escena de la pelea del gigante Odium (aunque giganta sólo hay una) contra Molly, él caminando sobre el agua, ella nadando por debajo, es alucinante. La ambientación steampunk también es agradable. Por supuesto, ese giro de romper la cintura en el último episodio es marca del director.
Siempre me ha gustado Whedon y siempre he lamentado que le cancelaran cosas como Dollhouse (otra serie pensada para un largo recorrido pero también mal estructurada) o Firefly (que realmente era perfectísima). En esta ocasión me ha dejado bastante frío. Tanto que me da igual si hay más temporadas o no. El concepto es muy atractivo, la idea me parece estupenda, pero no ha sabido desarrollarla.
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