Police

Tres policías. Virginie, pensando en abortar porque lo de la conciliación familiar, siendo policía, es sólo una teoría. Erik, envuelto en continuas broncas con su esposa, al borde del divorcio. Aristide, haciéndose el gracioso, contando chistes, pero con ataques de pánico inesperados.
Una película sin ningún glamur. Ni persecuciones ni tiros ni investigaciones. El género policiaco despojado de cualquier tópico. La primera mitad nos presenta a los personajes y las cosas horribles que ven. Cosas que les han empujado al filo de la depresión y de una ineludible tristeza.
Después, en la segunda mitad, los tres reciben el encargo de llevar a un inmigrante, Tohirov, al aeropuerto y devolverlo a su país. Saben que a Tohirov lo matarán en cuanto aterrice. Y entonces viene el dilema ético.
La directora construye una historia dramática que fácilmente habría podido ser una obra de teatro. Toda la acción se dirime en la conciencia de unos personajes al límite de sus fuerzas, emocionalmente destruidos, mentalmente agotados.
Una película bastante amarga, rodada adecuadamente en colores apagados o en la noche.
Virginie Efira, Omar Sy y Grégory Gadebois dan vida al trío de policías.