Una
sombra es un doble por su parecido físico con otra persona. Permanece oculto y
sustituye a su amo cuando hay peligro de muerte. Jing es la sombra del
comandante, un comandante que desafía a su rey. El rey, timorato y cobarde,
prefiere dar a su hermana como concubina del enemigo antes que declararle la
guerra.
El
esteticismo de Zhang Yimou siempre es irreprochable. Sin embargo sus
guiones, en los últimos tiempos, flojeaban. En Sombra, sin llegar al nivel de sus grandes obras, ofrece una
historia bastante solvente, de tintes trágicos, muy Shakespeare.
Además
opta por el opuesto de La maldición de
la Flor Dorada. En lugar del colorido apabullante se decanta por una
gama de grises, casi en blanco y negro.
El
clímax de su esteticismo se apoya en un arma femenina: los paraguas. Pero
paraguas de Pei que, como se verá, tienen sus peculiaridades. Las batallas y
duelos son realmente espectaculares.
Yimou controla el ritmo de
esta historia de intrigas palaciegas, combinando muy bien las escenas intimistas
con las bélicas en un suspense progresivo. Y, en un mundo poblado de mentiras y
triquiñuelas políticas, la verdad no se sabrá. Simplemente: lo hecho, hecho
está.
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