Un
islote, un faro, tres fareros. Un náufrago traerá consigo una alteración que
originará problemas.
La
película va a su aire, alejada de las estructuras prefabricadas. Su inicio
tiene algo de Moby Dick. Tres
fareros haciendo su trabajo. Observamos su día a día, sus tareas, la rutina.
Luego viene un tramo de suspense, una historia sobre codicia y violencia.
Finalmente se torna en drama psicológico acerca de la culpa y las decisiones
morales.
Gerard Butler, alejado de sus habituales
papeles de acción, demuestra una competencia sorprendente para el drama. Su personaje
tiene una evolución interesante y, apoyado por Peter Mulan, dan un
recital.
No
es una película para grandes públicos. En primer lugar, como ya he mencionado,
por su extraña estructura. Además es muy sobria, calmada, con muchos primeros
planos, con silencios… Y no deja buen cuerpo, ciertamente. Sus arranques de
violencia y ese final te dejan noqueado.
Pero
es un buen drama, sólido, con ideas claras de lo que quiere hacer.
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