Gracias
al formato de seis episodios, la serie consigue resultar entretenida. Sin
embargo, tras 5 temporadas, hay elementos que resultan fatigosos. Siempre hay
una misma estructura: cuando ya hemos trincado al corrupto más alto resulta que
hay otro al mando por encima.
Recuerdo
que, en temporadas anteriores, me llamaron la atención ciertos asesinatos,
giros y situaciones por la forma de planificarlos y componerlos. No lo he visto
en ésta. El primer encuentro de Arnot con Corbett deja las cosas muy claras.
Los tres siguientes encuentros son redundantes.
Sí
me gustó toda la trama para robar los transportes de la policía: drogas, armas,
joyas… Hay muchos personajes y, por lo
general, el montaje resulta eficaz para mantenernos en tensión.
Veo
problemas en el interrogatorio del último capítulo. Primero: sabemos más que
quien interroga, así que sabemos que no es culpable. Segundo: sabemos que le
están tendiendo un trampa pero no nos preocupa porque, una de las marcas de la
serie, es que ninguno de los tres protagonistas nos caiga bien. ¿Que le
condenan? Pues vale, ya pondrán a otro. Tercer problema: cabos sueltos. Cito
uno: ¿qué´le dijo Hastings en la cárcel al preso si no fue el chivatazo sobre
Corbett? Ese es un agujero de guión muy potente o una maniobra de despiste muy pobre.
Habrá
temporada 6. Esperemos que para coger al cuarto hombre/mujer más alto. Al más
alto de verdad. Al jefe de todo. Y espero que cierren bien toda la trama que
han ido desplegando. Demasiados polis corruptos apareciendo como setas en
cualquier momento.
1 comentario:
También la computadora que lleva a limpiar y la falta de ortografía en las comunicaciones on line
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