Esta
es una de esas películas que gustan a la gente. A la mayoría de la gente. Es
tierna, amable, bonita, poblada de buenas intenciones, con su moraleja
sencilla, su idea de que la vida es bella, que merece ser vivida. Una película
con muchos sinsabores que acaba bien.
Si
me preguntas a mí te diré que es un viaje desde La vida de Pi a Slumdog
Millionaire en plan acaramelado, manipulador y sentimental. Simple. Y publicidad
de Ikea. Y postales europeas.
Pero
no me hagas caso porque seguro que a ti te gusta.
Me
hizo gracia el baile de la comisaría pero, más que nada, porque el responsable
es Ben Miller un actor que siempre me encanta, que sabe dar a sus
personajes, por secundarios que sean, un toque muy interesante.
Pese
a todo me alegra que se sigan haciendo este de producciones, mezclando gente de
muchos países. Dhanush (India) Bérénice Bejo y Gérard Jugnot
(Francia) Ben Miller (Inglaterra), Stefano Cassetti (Italia)… Mar
Sodupe representa a España, inspectora de inmigración bastante divertida.
Creo que los tacos españoles que suelta es lo único que no está en inglés en la
versión original.
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