-Nos
queda una buena temporada de sangre por delante.
Los
hermanos Sisters (Joaquin Phoenix, John C. Reilly) son asesino a
sueldo. Les envían a matar a alguien, lo matan y cobran. Es la fiebre del oro. Para
el nuevo encargo cuentan con un detective que les precede (Jake Gyllenhaal).
Hay que matar a Warm. Pero hay mucha gente detrás de Warm.
Una
vez más, como ocurre de cuándo en cuándo, el género del Oeste vuelve a dejarnos
una gran película. Ese género que parece siempre muerto y siempre se reinventa.
Es
una película ambiciosa. Pero donde muchos fracasan aquí lo logran. En primer
lugar consigue mezclar el Oeste clásico con el moderno, la idea de honor y la violencia
sucia. En segundo lugar son hábiles al ligar la mugre del hoy, el mundo en
construcción, con la esperanza de un futuro mejor, la búsqueda de un nuevo modo
de vivir. Y además, derivado de lo anterior, construye unos personajes rudos,
movidos por el motor del odio que, pese a todo, buscan el perdón, la redención.
No
hay nada prefabricado en este guión. Pasan cosas inesperadas, fluye en
direcciones que no esperas, deja que sea el carácter de los personajes lo que
determine el rumbo.
Bien
planificada, inteligente, con fondo…
Un
director francés (Jacques Audiard), con actores americanos y escenarios
principalmente españoles y rumanos. Una del Oeste de notable alto.
Muy
bien por esos pequeños detalles: el cepillo de dientes, el retrete. Y escenas
como la del chal rojo que dicen tanto con tan poco.
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