Volvemos
a revisitar el mito de Superman.
Una nave del espacio cae en una granja de Kansas, dentro de la nave hay un
bebé, una familia de granjeros lo adopta, el niño crece, adquiere poderes de
calibre súper y dedica su vida a hacer el mal.
Sí.
El mal. El punto de partida es así de sugerente: ¿qué pasaría si Superman hubiese sido malo? Y con
ese arranque el espectador se dispone a presenciar el origen de un
supervillano.
Pero
en ese momento los responsables de la peli toman la peor decisión posible. Deja
de ser una peli de superhéroes (o supervillanos) y se convierte en una peli de
terror. De terror malo. Una historieta sobre niño chungo, una versión suave de La profecía o La huérfana o El buen hijo.
La
decisión de abandonar un género a mitad de película para pasarse a otro es
nefasta. Pero, ya que han arriesgado tanto, deberían de estar muy seguros de
que lo que proponen es muy bueno. Y no es así. La originalidad es nula.
No
sólo me ha decepcionado sino que me deja con la sensación de que han destruido
una idea buenísima que ya no se podrá aprovechar. En otras manos podría haber
resultado interesante e intensa.
Efectos
visuales muy pobres. No pasa de ser una peli de serie B a la que Sony ha
sobredimensionado publicitariamente para llevarse unos eurillos extra.
1 comentario:
Pues qué pena. Tenía muy buena pinta...
Publicar un comentario