No
esperaba de Cooper
and Fry
algo tan brillante como Ludwig
pero sí algo más parecido a Death Valley.
Pero no va por ahí. Quiero decir que el fuerte de la narrativa no
está en la relación entre la pareja de polis protagonistas pese a
que el título lo pone de relieve.
Otra
cosa engañosa -o más bien autoengañosa- es que los 4 capítulos
duran 90 minutos cada uno. Así que hay que tomárselos con
previsión.
La
serie tiene realmente más interés en los crímenes en sí. No digo
que desprecie a los personajes por entero, pero son un poco
estereotipados. Cooper y Fry se llevan mal nada más conocerse, se
comportan honorablemente en el aspecto profesional pero tienen roces
en lo personal, él tiene sus secretos y ella los suyos y son
secretos convencionales. Él es de cerveza, ella de vino blanco.
Quiero decir que la dinámica de la pareja de policías es
previsible, funcional, típica.
1x01.
Un cadáver en el jardín de una casa en rehabilitación. Luego 2
cadáveres, luego… 1x02. Una chica pija-rebelde aparece muerta en
el bosque. 1x03. Me gusta el 3 porque le pasa algo bueno a alguien.
No todo son desgracias. 1x04. Tienen que resolver tres casos de modo
rápido: el que toca (una chica muerta en el círculo de piedra de
las
Nueve Vírgenes), el secreto de él (resuelto por ella) y el secreto
de ella (resuelto por él).
Tienen
unos giros dramáticos potentes en los que la gente “buena” hace
barbaridades como consecuencia del crimen inicial. Algunos suenan
excesivos, otros están mejor llevados.
Lo
que más me gusta es la parte de los mitos. No hay nada sobrenatural
en la serie pero siempre están de fondo esas supersticiones
populares. La zona de Peak District en el Reino Unido debe ser
bastante fructífera. Y de bonitos bosques.
Ligera,
sin demasiadas complicaciones.

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