-Sólo
por concretar, ¿con “seguir aquí” se refiere a seguir en el
trabajo o en el… plano existencial?
Mick
Herron
es el autor de Slow Horses,
pero no es su única saga. Tiene otra sobre la detective privada Zoë
Boehm, que viene a ser un trasunto de Jackson Lamb: desagradable,
hiriente, adúltera… Una sesentona que se viste como una rockera de
20 años. ¿Y sabes quién da vida a semejante ejemplo para la
humanidad? Emma
Thompson.
¿Y quién la contrata? Ruth
Wilson.
Sólo
con esos dos nombres me subo a cualquier barco en el que ellas estén
aunque haga aguas.
Una
explosión en la que muere un matrimonio. La hija pequeña vive pero
tras llevarla al hospital desaparece. A Sarah, vecina de los
fallecidos, no le cuadran las cosas y busca a un detective privado.
La
trama se complica mucho: militares, experimentos biológicos, una
enfermedad rara, una conspiración del gobierno británico, asesinos
despiadados…
Es
bastante distinta a Slow
Horses.
En la serie de espías, La Ciénaga tiene mucho protagonismo, es muy
de despachos. Es una serie gris. Down Cemetery Road tiene más de
aventura en el sentido de que hay huida y persecución, más acción,
más escenarios, más paisajes, calles… También es más colorida.
Sin
tener la calidad de Slow
Horses
es entretenida. Mantiene un ritmo equilibrado pese a los cambios de
acciones y escenarios, se desarrolla sin rellenos excesivos y los
giros llegan de modo adecuado. La escena que más me gusta es la del
tren. Se han hecho grandes secuencias de tensión en trenes y aquí
no fallan. Zoë y Amos se encuentran por primera vez pero ambos saben
que el otro es su enemigo mortal.
Es
un poco absurdo lo de la isla que no está en los mapas, pero lo dejé
correr.
Malik,
el solucionador del Ministerio de Defensa, es candidato directo a
formar parte de los Slow Horses.
-¿Y
la señora borde?

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