El
guion cambia las reglas del mundo Na’vi
porque sí. Necesitaban Na’vi
malos así que cambian su teología.
Si hubiéramos visto a la reina Varang en la primera parte nos
habríamos puesto del lado de los humanos. Habríamos tenido razón.
La máscara de Spider, de repente, después de 13 años, no es
necesaria. Olé. La gente está prisionera o libre mediante excusas
absurdas, caprichos en los giros o porque sí. El biólogo marino
ecologista que surge de modo espontáneo.
Y
un nacimiento virginal. Por favor. Que venga Anakin Skywalker a
completar este manicomio. Y puestos a rollos bíblicos pongamos
un sacrificio Abraham e Isaac rapidito.
Qué
diálogos tan anticlimáticos (¿Juntamos
los deditos?).
Visualmente
no aporta nada a las anteriores. Aunque podamos decir que el diseño
es hiperrealista -¿por encima de los “simples” dibujos
animados?- la mayoría de los personajes siguen pareciendo de
plástico. Varang, particularmente, nunca me resultó creíble, nunca
una “persona”. Y luego hay cosas raras como los brincos
aceleradísimos que parecen teletransportación.
Un
ejemplo. Son más creíbles los vuelos de Cómo
entrenar a tu dragón
(siguiendo un punto de vista o encuadrando un movimiento concreto)
que esta cámara aérea que se mueve para todos los lados de forma
indefinida, cambiando de ángulo incesantemente.
Es
una peli de aventuras y la veo como vería Indiana
Jones,
Tomb
Raider,
la última de Predator…
Sin preocuparme por ciertas incoherencias. Pero es que esto es un
desmadre repetido ya en tres ocasiones. ¿Y cuántas decenas de
peleas entre Jake y Quaritch tenemos que ver aún antes de que uno
muera? Porque seguro
que lo que vimos no
fue
el fin.
A
ratos me aburrió muchísimo y eso es algo que uno no espera de una
peli de aventuras. Y pretende contarme otras dos veces más lo que ya
me ha contado 3. La duración de 197 minutos es una tortura. Pero el
problema fundamental sigue siendo: si los Na’vi son malos, ¿por
qué no nos lo dijeron antes y a qué estamos jugando? Si son como
los humanos, ¿qué importa todo?
Qué
pesados, de verdad.
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