Es
una película muy rara. Es algo así como un chiste que la directora
se cuenta a sí misma, un chiste privado compuesto de sus memorias
cinéfilas, de planos conservados en la memoria, como sacados de una
sesión de hipnotismo para componerlos de otra manera.
Hay
un poco de todo: experimentación de la Nouvelle Vague, un fondo muy
Woody Allen, toques de Hitchcock… Drama psicológico,
comedia criminal, suspense con giros…
Lilian
es una psiquiatra fría y distante. Con todo el mundo. Con su
exmarido, su hijo, nieto, pacientes… Pero cuando una paciente se
suicida Lilian comienza a llorar sin saber el porqué. E investiga
porque piensa que pudo ser un asesinato.
Rebecca
Zlotowski dirige con la misma frialdad de Lilian. Tardé en darme
cuenta de que ahí había humor. Humor soterrado, intelectual,
propio.
Es
muy difícil conectar con el espectador cuando se hace eso, pero
sospecho que a la directora le da igual. Para cuando quieres darte
cuenta todo es un mero artificio encaminado a que Lilian y su ex
vuelvan a reencontrarse y, desde ese punto de vista, podríamos
considerarla como una peli romántica. Gabriel comenta que tal vez
todo fue algo preparado por él, ocupando en cierto modo el lugar de
la directora, asentando la idea de espectáculo juguetón y
arbitrario.
Hipnotismo,
un toquecillo de fantasía, un poco de intriga… Una película
excesivamente personal.
No
es la primera vez que oímos a Jodie Foster hablando en
francés pero creo que sí es en la peli en que más francés habla.
Hace un buen dueto con Daniel Auteuil.

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