13/12/25

El rey de reyes

Dickens
escribió una vida de Jesucristo a modo de cuento para sus hijos. Especialmente para Walter. No la publicó en vida. Ni en vida de sus hijos. Lo consideraba algo íntimo, familiar. Sólo vio la luz (1934) tras la muerte de todos ellos.
Ahora salta a la animación. Mi teoría es que si las vidas de Jesucristo incluyen la crucifixión deberían estrenarse en Semana Santa. Y esta peli incluye la crucifixión. Estrenarla en Navidad te corta un poco el rollo.
Es un producto peculiar. La producción es de Angel Studios y las voces son de actores de lengua inglesa. Pero el equipo técnico en su totalidad -dirección, guion, montaje...- es coreano.
Pienso que el resultado es bueno porque no se complican en exceso la vida. Van al grano, cuentan unas pocas escenas significativas y rellenan con la familia de Dickens.
El dibujo no me parece especialmente bueno. Sí están bien animados los movimientos y la iluminación de escenas, pero el dibujo se queda algo petrificado, rígido.
Vamos alternando entre Dickens contando el “cuento” a su hijo y las preguntas que él hace con escenas del evangelio. Lo interesante es que Walter, el hijo de Dickens, aparece en ambos lugares: como oyente del relato y dentro de las escenas del Nuevo Testamento. Las transiciones están muy bien llevadas. Además de lograr con ello algún momento divertido, también hace que resulte más emocional.
Mi secuencia preferida es la de Jesucristo caminando sobre las aguas. La tormenta, la agitación de la barca, Walter flipando mientras mira por la borda… La escena adquiere un sentido especial pues tiene un eco hacia el final de la narración, cuando Walter siente, metafóricamente, que se hunde.
Amable, algo simple, dirigida claramente a niños. Pero lo dicho: creo que habría tenido más éxito en Semana Santa.

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