Anaconda
fue una de esas sagas en las que cuanto peor eran las películas, más
se hacían. 5 películas llegó a tener. Más otros productos espurios
o sucedáneos.
Doug
y Ronald son dos amigos que vieron frustrarse sus sueños de director
y actor. De repente deciden hacer un último intento reiniciando
Anaconda.
Que
quede claro que aquí no hay terror. Es una parodia, una comedia
progresivamente absurda. Yo creo que se puede disfrutar la comedia
sin más. Jack
Black,
Paul
Rudd,
Thandie
Newton
y Steve
Zahn
funcionan perfectamente. Me gustaría destacar a este último. Casi
siempre interpreta papeles engorrosos o poco agradecidos y él los
encarna con una soltura asombrosa.
Pero
la peli tiene un poquito más. Es una crítica general a Hollywood, a
las producciones cutres, los escritores que no acaban los guiones,
empezar a rodar e improvisar sobre la marcha, críticas a las sagas y
la falta de ideas originales, el uso que le dan al Oscar… No es
profunda, advierto, pero es muy meta, muy irónica y dispara contra
todo el mundo. También contra los fans pesaditos, los selfis con
estrellas, colgarlo en redes sociales…
Los
protagonistas se trasladan al Brasil Amazónico. Allí tendrán un
encuentro inesperado con buscadores de oro ilegales, con otro equipo
de rodaje que curiosamente está rodando una película titulada
Anaconda
y contra una auténtica anaconda que mide metros y metros y metros.
Toda esa gente, aparte de los protagonistas, son merienda para el
animalillo. Pero insisto: no hay nada terrorífico en esta historia y
sí mucho humor descerebrado. Hay cosas que hay que verlas para
creerlas. Gansadas
tremendas.
Se
añaden un par de cameos de la Anaconda
original (1997).
Entretenida.
Mero desengrase neuronal. No la vas a recordar en 4 días. Y aún así
es mejor que todas las Anaconda
anteriores.

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