17/12/25

Hunting Season

Abrimos la película con una secuencia para mostrarnos al malo (
Jordi Mollá). Bien llevada, pienso. Luego se estropea con una pelea simplona pero no importa. Ya sabíamos que el tipo iba de duro.
Luego aparece Mel Gibson y su hija. La idílica vida en los bosques del republicano cazador, rezador, con muchas armas, arréglalo tú mismo mientras miras pelis del Oeste o lees novelas de Louis L’Amour. A partir de ahí sabes que todo van a ser clichés y en dónde tienes que situarte. Porque si no te has situado es mejor que lo dejes.
Aparece una chica herida de bala junto al río y Bowdrie y su hija Tag intentan curarla.
No es difícil seguir la línea de puntos pero me parece bien cómo van desarrollando las animaladas del malvado Alejandro. Es cruda, tal vez demasiado para una historieta de este estilo, pero en su mayor parte resulta plenamente coherente.
La dirección de fotografía es rara, demasiado bonita, con ese aura dorada del bosque y la casa y la niebla. Casi como de cuento.
Me gustó una cosa: la cortadora de césped. Parece mero relleno pero es una pistola de Chéjov: al final tiene su función. Me hizo mucha gracia el regreso de la camioneta llena de gente hecha polvo.
Una de violencia catárquica en el momento oportuno no hace mal a nadie. No la retendrás mucho en la memoria pero entretiene mientras la ves.

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