Tiene
sus alicientes. La directora, Victoria
Mahoney,
es solvente, ha invertido tiempo en coreografiar las peleas,
equilibra bien el drama con la acción. Otro aliciente es la
presencia de Uma
Thurman
como malvada.
Hay
dos problemas por los que no puedo valorar bien la película. Uno de
ellos es insalvable.
Concedamos
un pase a eso de inventarse nuevas reglas sobre la marcha. Podríamos
pensar que, tal vez en algún momento futuro, nos lo van a explicar.
No va a suceder, pero podemos hacernos los tontos y como la
ignorancia es felicidad tiramos para adelante.
Pero
el verdadero problema de la película es que no es una película; es
el mismo problema de 28 años después
y otros
desaguisados de estos años:
es un fragmento de película, es algo sin acabar, es el capítulo
largo de una serie. La
vieja guardia 3
vendría a ser una exigencia, tal y cómo queda el final, pero
depende de la audiencia. Si no hay continuación, La
vieja guardia 2,
toda ella, carecería de sentido. De ahí que su estructura, como
película, no funcione.
No
le veo
sentido a analizarla: reacciones de personajes, estructura,
coherencia entre elementos, el papel de Quynh (¿es
importante o sobra por completo?)…
Como la trama se corta de repente no sabemos si todo eso es
sustancia,
capricho, inútil…
Y
lo más probable es que no haya continuación porque tardaron 5 años
en pensarse si ésta era rentable. Lo peor que pudieron
hacer es
dejarla como la han dejado.
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