Es
una de esas cosas confusas que no se sabe en qué debe encuadrarse.
El
detective ciego
es película para televisión, pero ya hay tantas (creo que 11) que
parece una serie. Duran hora y media pero desde el inicio hay la
voluntad de hacer una saga.
El
argumento criminal no me dice mucho, pienso que tiene sus agujeros,
algunas cosas resultan inverosímiles y otras son previsibles. Y nada
de eso importa porque su cinematografía es bastante buena.
La
relación entre el detective ciego, la hermana y el chófer está
bastante bien planteada. Todos esos aspectos negativos que he hecho
notar parece que el director los asumiera y te dijera: no te
preocupes, te estoy hablando de otra cosa, de las obsesiones, de la
pura maldad. Da igual que intercambien armas, que la interacción sea
ridícula, lo que importa es ver los dos ángulos, el hombre herido
hasta la desesperación y el sórdido hedonista del dolor ajeno. Da
igual que el presunto culpable aparezca, resuelva y desaparezca en un
instante. Lo que importa es que la justicia tiene que triunfar sí o
sí.
Y
todo eso está muy bien rodado, contado, fotografiado y montado. Como
en muchos productos semejantes pensé acercarme, ver el primer
capítulo (película) y ya. Pero me ha gustado bastante. Creo que
veré algo más del detective ciego.
No
es frecuente toparse con una producción austriaca y ésta tiene una
mirada esquinada peculiar que me ha interesado. La forma nos habla
más del fondo que de la apariencia.
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