22/10/24

Asalto a la comisaría (Jericho Ridge)

Lo primero que me gusta es que se trata, probablemente, de la comisaría del mundo que más se parece a una oficina de sheriff del antiguo Oeste. Una reliquia de madera, perdida en las montañas, en la que, precisamente, han robado armas la noche anterior. En esta antigualla de edificio es donde Tabby, coja, con muleta, se queda sola cuando llegan los malotes.
Tabby tiene un montón de problemas y, además, un hijo tonto, mentiroso y metido en un lío.
Está muy bien su control del ritmo. Planteamiento de la situación, un tiroteo en una casa que seguimos por vídeo, en paralelo, con llamadas de teléfono, conflictos menores diversos mientras crece el conflicto principal… Han sucedido muchas cosas que nos mantienen atentos antes de que comience el asalto en sí. Y una vez que empieza está bien llevado.
Hay un par de secuencias muy yanquis con las que alucinas: esos vaqueros que por tener armas creen que pueden con todo y arreglarlo a tiros.
El porqué del asalto a la comisaría lo descubriremos en mitad de todo el lío, después de apuntar en direcciones distintas, cosa que también está bien. El drama madre e hijo me sobra.
Me recordó un poco a Juego de asesinos (Copshop) aunque las comisarías no pueden ser más distintas. Una vez más se confirma que el animal más peligroso del mundo es una madre.
Hizo falta una pila de muertos para que renueven la comisaría. Que falta hace.
Y sólo dura 80 minutos.

No hay comentarios: