5/10/24

Problemas...

Un hombre va a la cárcel por un delito que no cometió.
¿Sabes esas películas que tienen coincidencias rocambolescas y que vuelven la trama inverosímil? Pues cuando juntas muchas coincidencias, pero muchas, muchas, muchísimas, entonces la película se convierte en algo divertidísimo.
A mí me encantó Fallet, así que cuando vi que teníamos disponible algo más del director (Jon Holmberg), me lancé a por ello. Y no defrauda. Porque las coincidencias no están ahí para desatascar la historia. Las coincidencias son un ejercicio de guion elaboradísimo que concatena tramas y personajes a un nivel imponente. Un puzle que se traduce en puro disfrute para el espectador.
El ritmo es apabullante. No dejan de pasar cosas.
Qué personajes tan bien dibujados. Presos y polis. Los presos que se hacen la puñeta entre sí (ese acusica de la alarma de incendios) y los polis que hacen lo propio (ocultando información para que el pelota no se lleve el mérito). Pero es que también es ingeniosa en las peleas y persecuciones sin ser una fantasmada.
Juega muy bien las bazas. Cuando estás de subidón y las cosas van bien ocurre algo que te hace retroceder. El embrollo se reinicia y volvemos a por más… problemas...
Al igual que en Fallet, cuando tiene que entrar a aspectos crudos, no se corta. La verosimilitud de la trama criminal es lo que cohesiona y hace posible todo el humor de las situaciones de alrededor.
Creo que no veía un cóctel de crimen y comedia tan peculiar desde Tiempo de valientes. Una locura maravillosa.
Si es que los suecos, cuando se ponen, tienen mucha gracia.

No hay comentarios: