Después de un par de películas juntos (Greenland: El último refugio y Obajetivo: Washington D.C.), director y actor, Ric Roman Waug y Gerard Butler, en las que todo era acción, tiroteos y peleas, parece que aquí han querido suavizarlo un poco introduciendo partes dramáticas.
Y es un error. Porque ese drama es enormemente aburrido.
Los primeros 45 minutos sobran casi por completo. No hacen más que repetirnos las mismas cosas. Nos presenta las distintas facciones en juego y todas hablan de lo mismo una y otra vez. Como si no hubiese en el mundo más temas de conversación.
En ese sentido me parece que están bastante mal presentados los personajes. Lo peor son diversas subtramas que van apareciendo y que realmente no conducen a nada. Un personaje aquí, otro allá, apuntes de drama y, a la larga, sin conexión con la historia principal.
Gerard Butler interpreta a su personaje de siempre pero en un entorno que no le favorece. La ausencia de humor, ese ir tan en serio tampoco ayuda. Ni las dos horas.
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