En lugar de invertir tiempo en escribir algo decente, se escribe lo primero que pasa por la cabeza. De ese modo los personajes no hacen más que balbucear y repetir. El ritmo se estanca, la planificación se adormece y ya no sabe qué nuevo encuadre realizar, los actores son incapaces de sostener tantas tonterías y el espectador acaba agotado de tanta cháchara.
Lo que debería ser gracioso se vuelve una memez.
Hay buenas obras basadas en tipos tontos que deciden ser criminales. En Justified decían que eran una misma cosa, que todos los criminales son tontos por definición. Ahora bien: las tonterías deben tener un límite. Cuando rebasas la frontera y caes en la estupidez todo se derrumba. Aquí se regodean en la estupidez, tanto que está al borde del absurdo. Pero ni siquiera son valientes para entrar en ese nuevo territorio. Esta gente ha visto a los Coen y no tiene ni idea de qué hacer con ellos.
6 capítulos cortitos que se hacen eternos. Pesadísima. Aburrida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario