13/2/23

No me gusta conducir. Temporada 1

Yo soy así.
Enya me gustó desde el principio, pero cuando supe que a mi profesor de Historia del Cine le hacía vomitar, me gustó aún más. Así que cuando suena Enya en el radiocasete (una cosa pre-millenial, si no sabes lo que es no pasa nada) ya me tuvo atrapado.
Lopetegui. Profesor de Literatura española del siglo XV. 45 años. Ha decidido sacarse el carné de conducir. Aún tiene en la cochera el R-11 de su padre. También se lo está sacando una alumna suya de la facu.
Dicen que es una comedia. Puede ser. A mí me parece la vida misma. La verdad es que hay personajes graciosos. Porque si escribes bien sobre la vida misma te saldrán gentes graciosas. Y aquí están bien escritos: el profesor de la autoescuela (una maravilla de frases hechas), su hermano competidor, la rivalidad con los taxistas, el personal del universo académico, el otro personal de las fiestas nocturnas…
No me gusta conducir transita ligera, suave, sin grandes emociones y sin grandes alardes. Compone un anecdotario curioso de gente con sentimientos no bien fraguados. Todos ellos mantienen su propia fachada exterior y todos ellos tienen una fibra sensible que es mejor no tocar.
El cierre me pareció poco cierre, un final sin final, pero así son las cosas: te sacas el carné (o no) y sigue tu vida. No es como una boda en la que todos celebran, un funeral en el que todos lloramos o una de venganza consumada en la que hinchas pecho. Carné de conducir, ir al supermercado, poner el lavavajillas. Sin alharacas.
6 capítulos de 25 minutos.

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