La
oveja Shaun está tranquila en su granja haciendo lo de siempre, divirtiéndose
y, sobre todo, haciéndoselo pasar mal al perro. Hasta que de pronto llega, del
espacio exterior, un extraño visitante.
Se
presupone que, al acercarse a esta peli, uno va con la mente abierta. Muy
abierta. Para que quepan todos los gags del mundo por muy locos que sean. Me
parece un logro que, una película construida a base de gags, aguante hora y
media sin decaer. Y otro mérito que sea muda, que no se pronuncie ni una
palabra y que se entienda perfectamente.
Hay
una inmensidad de guiños al cine de extraterrestres. Obviamente a E.T. el extraterrestre pues viene a
ser casi un remake con camisa de
fuerza. Pero también a 2001: Una
odisea del espacio, a Men in
Black, Encuentros en la
tercera fase y hasta Doctor
Who (en los créditos). O a momentos famosos como la célebre foto de Charles
C. Ebbets del almuerzo de los trabajadores en el andamio. Hay ocurrencias
mejores y peores pero algunas son desternillantes y muy inteligentes.
El
ritmo es perfecto y, aunque alguna trama parezca en principio desviada del
guión, luego alcanzará su sentido.
Muy
loca y divertida pero, insisto, hay que verla con amplitud de horizontes
galácticos.
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