Es
una película de acción, entretenida, bien rodada y suficientemente ágil.
Curiosamente
creo que le hace daño su deseo de ser algo más. O de no llegar al lugar al que
quería llegar. Quiero decir que hay un intento de crear un drama acerca de la
corrupción. En ocasiones se detiene para ser discursiva, contar cómo ve cada
personaje las cosas, lo que consideran ético o no.
La
película quiere jugar a ambas cosas: la acción y el drama. Si el primero
funciona, el segundo no llega tan lejos como le gustaría.
Dos
ladrones roban 50 kilos de cocaína a quienes no deben y matan a 7 policías.
Manhattan se cierra y comienza la caza. Dirigen la operación Chadwick
Boseman y Sienna Miller.
Es
rápida y muestra con cierta lógica el desarrollo de la investigación al mismo
tiempo que la policía va acorralando a los culpables. En esa persecución aparecen situaciones que hacen la trama un poco más compleja, que muestran que hay polis corruptos y, por
desgracia, se hace bastante previsible. Hay cosas que se ven venir desde lejos,
desde muy lejos.
Si
nos olvidamos de sus aspiraciones dramáticas resulta bastante animada.
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