Peli
del género pim, pam, pum. La primera escena es un coche a todo cisco. Nuestros
polis se encuentran en plena persecución: carreras por las calles, trompos,
carrera por la playa entre los bañistas… No es una persecución. Martin Lawrence
acaba de ser abuelo y tienen prisa por llegar al hospital.
Will
Smith y Martin Lawrence vuelven a unirse por tercera vez para encarnar a su
pareja de polis descerebrados. Humor absurdo y acción descabellada. Ahora ya se
hacen mayores y la jubilación es una perspectiva a tener en cuenta.
Pero
entre tanto hay un malote liándola parda, matando polis y toda la tecnología de
la policía de Miami no parece suficiente para detenerle. Así que vuelven a
utilizar sus métodos.
La
pega es que la trama de fondo es bastante absurda y, a medida que avanza, se
vuelve más absurda todavía. Para entendernos tiene un toque Géminis de mar de
fondo, tema con el que Will Smith está muy pesadito últimamente. Guionistas
poco imaginativos.
El
apartado visual es más llamativo, con sus tiros, explosiones y persecuciones,
pero tampoco se puede decir que aporte nada nuevo. Un entretenimiento liviano
sin más trascendencia.
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