Indudablemente
su interés sociológico es muy interesante. Mucho. Un compuesto químico de C-8
para fabricar el teflón. Antiadherente, hidrófugo, irrompible. Usado en
sartenes, alfombras, tanques. Y cancerígeno a más no poder. Extendido por todo
el mundo a través del agua, el humo. Ahora todos lo llevamos dentro y no hay
forma de deshacerse de él. La empresa DuPont lo sabía desde sus inicios en los
años 60.
Así
que sí. El tema es interesante. Y sigues la peli por ello. Y por las
interpretaciones de Mark Ruffalo, Anne Hathaway, Tim Robbins,
Bill Pullman, Victor Garber…
La
peli en sí, sus valores cinematográficos, son bien poca cosa. Si quieres
acongojarte, descubrir el poder inmenso de las industrias químicas, agobiarte
con las potenciales enfermedades que mañana tendrás, es tu película. Si quieres
ver cine no te la recomiendo. Es semejante a muchísimas otras por el estilo. El
abogado contra una gran multinacional.
Realmente
creo que un tema tan potente exige una producción con más fuerza o, al menos,
un momento memorable. El cabreo de Tim Robbins en una reunión es lo que
más se acerca a ese momento.
-Por
eso los abogados caemos mal.
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