La
crítica no la ha tratado muy bien pero no me parece que sea mala. Influyen en
las críticas negativas las expectativas, creo yo. Está Liam Neeson y la
gente espera una de las que Liam Neeson hace con Jaume Collet-Serra.
Pero en realidad es una parodia de las películas de venganza. Una parodia,
además, tamizada por una mentalidad noruega.
Es
un remake americano de la película
noruega Uno tras otro, un
encargo que le hacen al mismo director y, si alguna pega le veo, es que Hans
Petter Moland arriesga muy poco y se limita a repetir la fórmula sin apenas
variaciones. Como vi el original ésta me dice más bien poco. Sigue el mismo
esquema (incluso las esquelas) aunque me parece que en esta versión americana
hay más humor con un puntín surrealista. Quizá me equivoco porque ya no tengo
fresca en la memoria la original.
Al
hijo de Liam Neeson lo matan unos traficantes de droga. El chico es un
daño colateral pero el padre, recientemente nombrado Ciudadano del Año del
pueblo de Kehoe, tiene claro que debe matar a todos los implicados. Y él, que
conduce una quitanieves, entra en el mundillo delictivo.
Es
una pena lo poco que aparece Laura Dern. Me gustó ese detalle de la mujer
india del mafioso, cuando su marido intenta ponerle la mano encima.
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