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temporada. 10 capítulos. Pero claramente divididos en dos partes (dos casos) de
5 capítulos. Comencé a ver los primeros 5 porque a Noruega, siguiendo el rastro
de un asesino en serie, llegaba Carrie-Anne Moss. Luego, semanas
después, seguí por inercia y vi otros 3. Ayer vi los dos que quedaban. No es
gran cosa. Wisting es un Wallander venido a menos.
Sin
ser una serie muy interesante tiene algo que aporta un matiz especial. Wisting
tiene una hija periodista. Eso les hace estar unas veces del mismo lado y,
otras, en el opuesto. Me gusta la relación entre ambos y,
particularmente, esas dos horas en las que Line busca una noticia alternativa
para que su padre no aparezca en la portada del periódico acusado de fraude.
Pero lo mejor es esa escena en que Carrie-Anne Moss flipa al ver que los
polis noruegos llevan en el coche las pistolas en una caja bajo llave y deben llamar a
comisaría para pedir permiso antes de abrir la caja.
Hace
frío en la serie, eso sí. Apta para el verano.
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