Los
hombres ya no morimos. La regeneración te deja como nuevo. Cuatro chicos y tres
chicas se suicidan. Un poli investiga conexiones con sectas suicidas. Le
acompaña una chica que perteneció a una de ellas.
Esta
serie francesa, de 6 episodios, me ha parecido de lo más interesante en lo que
va de año. No juzga, no es didáctica, se limita a exponer los hechos, la lógica
de las reacciones de los personajes.
Tras
ese guión hay alguien que se ha parado a pensar, mucho, en cómo sería una
sociedad así, las consecuencias de la inmortalidad. La investigación policial
es la excusa para mostrarnos ese mundo de vida permanente. Superpoblación, ser menor
de edad hasta los 30 años, referéndum para detener la natalidad, la secta
suicida Saúl, la Iglesia Gloriosa anti-regeneración, la fundación Futuro, progenitores
de apariencia tan joven como sus hijos, matrimonios, cementerios, olvido del
concepto de muerte, plañideras, pasatiempos de riesgo, morbo. Y el dolor
incomprensible si pierdes a alguien que amas. Y muchas otras consecuencias psicológicas,
sociales, laborales, de relaciones…
Áspera,
sin ceder en complacencias al espectador. Muy sugerente. La inmortalidad
concebida como algo insoportable, la mortalidad como una necesidad humana.
Porque ahora vivimos para siempre. Y nunca fuimos más infelices.
Muy,
muy bien Yvan Attal y Garance Marillier.
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